Las autoridades y grupos civiles polemizan en Australia por la propuesta de permitir la adopción de niños descuidados por sus padres aborígenes, una medida que recuerda a la "Generación Robada", en la que unos 100.000 menores fueron separados de sus familias.
El plan del Gobierno del Territorio Norte, donde habitan unos 64.000 indígenas, estudiará los casos uno por uno para que los menores víctimas de negligencia extrema por parte de sus progenitores sean adoptados por otras familias.
El jefe del Ejecutivo del Territorio Norte, Adam Giles, la primera persona originaria de ese territorio en gobernar algunos de los estados australianos, indicó a los medios que no vacilarán en para tomar medidas en favor de la protección de los menores.
Al Gobierno regional le preocupan sobre todo los niños indígenas que a menudo deambulan de un centro de acogida a otro, sin oportunidad de ser aceptados por terceros y que están expuestos a abusos sexuales, relaciones sexuales de riesgo, alcohol, drogas y que rara vez reciben una educación adecuada.
"Es frustrante cuando ves a padres que no tienen la capacidad para cuidar de sus hijos por distintas razones, como el abuso de alcohol, violencia doméstica, o muchas otras", declaró el viceministro del Territorio Norte, Dave Tollner, al canal ABC.
En la pasada década sólo un menor aborigen completó el proceso de adopción en esta región australiana por el temor de las autoridades de propiciar otra "Generación Robada", según Tollner.
Los principales detractores de la iniciativa recuerdan la política de asimilación que entre 1910 y 1970 separó a unos 100.000 niños aborígenes de sus familias en Australia.
La directora ejecutiva de la Sociedad Aborigen de la Generación Robada, Vicki Lee-Knowles, afirmó que se siente "absolutamente horrorizada" por este tipo de propuestas que soslayan el impacto a largo plazo que tuvo la política de separar a los niños indígenas de sus familias.
"La perdida cultural, tierra y lenguaje tiene un impacto a largo plazo en el bienestar social y emocional de los niños alejados", afirmó Lee-Knowles por ABC.
La directora de la asociación que defiende los derechos de esa población recordó la situación de extrema pobreza y ubicación en lugares remotos de las comunidades aborígenes.
"Cuando no haya otra opción, hay espacio para la adopción", aclaró Lee-Knowles.
El comisionado para la Infancia del Territorio Norte, Howard Bath, destacó que existe una crisis muy seria en torno a la protección de los menores en esa jurisdicción y los servicios sociales no dan abasto para vigilar por su bienestar.
Bath opinó que, si bien la adopción puede ser una medida clave en la protección de los menores, la disposición tiene pocas posibilidades de progresar por los fuertes lazos que existen entre los aborígenes.
La tasa de maltrato de menores indígenas en Australia ronda los 34,6 casos por cada 1.000, mientras que en el Territorio Norte llega al 43,3 por cada 1.000, según datos recogidos por el Instituto Australiano de Estudios Familiares entre el 1 de julio de 2010 y el 30 de junio de 2011.
En ese período y en todo el ámbito nacional, los niños indígenas fueron víctimas de negligencia (37,8 %), abuso emocional (32,3 %), abuso físico (19,9 %), abuso sexual (9,7 %) y otros (0,3 %).
El Ejecutivo conservador que gobernó el Territorio Norte en 2007 puso en marcha un polémico plan de "intervención" que contemplaba la intervención de la Policía en los asentamientos de las tribus aborígenes para detener presuntos abusos a menores y mujeres. EFE
Martes 14/5/2013