Paul Olfield, un hombre británico de 42 años de edad, posee quizás uno de los talentos más inútiles en la actualidad: generar flatulencias a su antojo, a tal punto que genera melodías con los mismos.
El descubrimiento de Olfield (quién se hace llamar a sí mismo como el Hombre Metano) Empezó como un accidente en una clase de Yoga, pero pronto descubrió que podía sacar melodías de su retaguardia.
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Ahora recorre el mundo llenando estadios, persiguiendo uno de sus sueños, ser una estrella famosa.
Lunes 17/06/13
(RB)