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Historia del hombre que sobrevive a enfrentamiento con tigre salvaje

Miércoles, 10 de diciembre de 2014 a las 07:30 pm
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BBC MUNDO

500 tigres de Bengala viven en los manglares boscosos más extensos del mundo, situados en la frontera entre India y Bangladés. Pero ahí también viven medio millón de seres humanos.

Cada año, los tigres atacan hasta 60 personas y solo la mitad de ellas vive para contar la historia.

Nada infunde más miedo al corazón y la mente de los habitantes de Sundarbans –el extenso delta en la costa norte de la Bahía de Bengala- que la palabra "tigre". La sola mención de la palabra puede causar un pánico irracional.

Curiosa de ver un tigre, le pregunté a un pescador si había visto uno en su camino esa mañana. Hasta ese momento estaba dispuesto a pasar el tiempo conmigo pero inmediatamente recogió sus redes y se fue sin decir adiós.

"Si menciona al tigre, aparecerá", dijo mi lanchero. "Es por eso".

Casi no hay una sola persona aquí cuya vida no haya sido afectada por un tigre de una u otra forma.

La mayoría de la gente en Sundarbans depende del río para su alimentación y ganan dinero de la recolección de miel y de la pesca.

Aunque es ilegal, muchos se adentran en áreas protegidas –Sundarabans es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO- para cortar leña y cazar. Es esta práctica la que los pone en conflicto directo con el tigre.

Este verano, dos personas murieron en incidentes separados mientras pescaban cangrejos.

En 1997, Jamal Mohumad entró al bosque para cazar y pescar comida y se encontró a un cazador más grande y feroz.

"El tigre se me abalanzó con sus garras. Me enterró las uñas en las piernas y me arrastró bajo el agua. Luché bajo la superficie. Nadé tan rápido como pude y pedí ayuda a gritos”.

Jamal es una leyenda a nivel local en Sundarbans. Es la única persona de quien se sabe que ha sobrevivido tres ataques distintos de tigres.

En el más reciente, en 2007, había ido al bosque a recoger leña cuando, en la alta maleza cerca de la orilla del río, vio un tigre echado al sol.

"El tigre estaba en la ribera norte del río y yo en la sur. No podía huir. Sabía que si el tigre me veía me atacaría, así que empecé a rezar".

El tigre acechó a Jamal. Jamal se mantuvo inmóvil. Sabía que si se echaba a correr sería su fin.

"Como había sido atacado en dos ocasiones anteriores estaba más consciente de lo que debía hacer. Así que me quedé parado frente al tigre haciendo gestos histéricos y mucho ruido".

"El tigre también le teme al humano, sabe. Ambos pueden atacarse el uno al otro y es peligroso para ambos".

El tigre se acercó a un metro de Jamal y emitió un gran rugido. Jamal rugió de vuelta.

La esposa de Jamal escuchó los ruidos y convocó a una muchedumbre de la aldea.

"Hicieron tanto ruido que el tigre salió asustado. Tan pronto vi a mis amigos de la aldea, caí desmayado".

Contrario a muchos aldeanos que han sido atacados, Jamal sigue yendo al bosque, pero es más cauteloso ahora.

2014-12-11