Una remota iglesia en Mickleover, un distrito de Derby, una ciudad en el centro de Inglaterra, forma parte de una revolución tecnológica en la Iglesia Católica.
Los asistentes a la misa en el templo de San Juan usan tabletas digitales conectadas por wifi para seguir la eucaristía.
"El interés de la Iglesia en internet es una expresión particular de su antiguo interés por los medios de comunicación social", dice el Vaticano en su manifiesto sobre "La Iglesia e Internet".
Sin duda, las nuevas formas de comunicación han tenido un impacto en las prácticas y tradiciones de la Iglesia Católica.
Basta con recodar el interés que generó el primer tuit de Joseph Ratzinger, entonces Benedicto XVI, cuando era Sumo Pontífice.
Su reemplazo, el papa Francisco, también ha acogido las redes sociales y tuitea casi a diario desde la cuenta oficial del papado, @Pontifex_es.