Llegó sangrando a un hospital y terminó en la cárcel.
Purvi Patel, de 33 años, fue condenada el lunes a 20 años de prisión por negligencia con un bebé y feticidio en Indiana, EE.UU. Sin embargo, ella asegura que el aborto fue involuntario.
Y su caso ha desatado una vez más la discusión pública sobre aborto, feticidio y derechos de la mujer.
A Urgencias sangrando
En julio de 2013, Patel llegó a Urgencias con un abundante sangrado. Tenía entre 23 y 25 semanas de embarazo y había perdido al bebé.
Al principio le negó al personal médico que estaba embarazada, pero luego admitió que había abortado a un feto muerto, el cual envolvió en una bolsa y tiró a la basura.
Posteriormente, el feto fue encontrado en un contenedor de basura detrás del restaurante de su familia en la ciudad de Mishawaka.
Sus padres son muy religiosos y conservadores, practicantes del hinduismo, por lo que consideran las relaciones sexuales prematrimoniales como inaceptables.
Patel tuvo miedo de contarles que estaba embarazada y no quiso tampoco decir nada cuando comenzó con el trabajo de parto, según sus abogados.
"Asumí que como el bebé estaba muerto, no había nada que hacer (…) Nunca había estado en una situación así", dijo Patel en una declaración ante la policía citada por el South Bend Tribune.
¿Espontáneo o provocado?
Tras registrar su celular, la policía encontró mensajes de texto a un tercero que sugerían que la mujer quería comprar por internet medicamentos que inducen el aborto.
El fiscal la acusó de haber tomado los medicamentos mencionados en sus mensajes de texto, lo que causó el aborto.
Además, aseguró que el feto alcanzó a vivir unos segundos.
Sin embargo, el patólogo que testificó para la defensa, Shaku Teas, dijo que el bebé nació muerto.
A pesar de que los análisis de sangre de Patel no mostraron indicios de drogas abortivas, la mujer fue acusada de feticidio y de abandono de menores.
Es la primera vez que una mujer es condenada en EE.UU. por el primero de estos dos delitos./Con información de BBC MUNDO
2015-04-03