"¡Qué ojazos los de esta chica! Tan bonitos como los de mi tía Fjóla". Aunque esta frase es hipotética, en Islandia no es extraño que dos personas que se acaban de conocer tengan algún grado de parentesco.
Se trata de una isla europea que, de acuerdo con cifras de 2012 de las Naciones Unidas, tiene 328.000 habitantes.
A la pequeña población se suma el hecho de que ha recibido pocos inmigrantes. Los dos factores hacen que la diversidad genética no sea tan abundante como en otros países y, por ende, que muchos ciudadanos al echarle un vistazo a generaciones pasadas se den cuenta que están relacionados.
Vea cómo una aplicación para celulares confirma si hay similitudes genéticas entre aquellos que quieran iniciar una aventura romántica. Una alarma les dirá cuán lejos pueden llegar./ BBC MUNDO
2013-10-04