El momento de este último estallido, que se produjo pasado el mediodía del lunes, dejó perplejos a todos los que observaban la actividad del volcán ubicado a unos 55 kilómetros al sudeste del Distrito Federal.
Pero también renovó los temores de la población más cercana a la zona, para la cual el Gobierno mantiene en alerta a unos 700 militares encargados de la evacuación en caso de que aumente la actividad del volcán y cambie a alerta roja fase 1.
Antes de esto, el volcán Popocatépetl registró tres explosiones, informó el Centro Nacional de Prevención de Desastres de México.
Una de ellas, a las 6:00 horas del domingo, arrojó fragmentos incandescentes a unos 500 metros de altura, indicó el último reporte. El fenómeno comenzó el sábado en la noche.
La alerta continúa en amarillo fase dos, lo que quiere decir que el volcán ha incrementado su actividad, pero sus explosiones no son de alta intensidad.
En el transcurso de la noche y la mañana, el Popocatépetl tuvo 82 exhalaciones acompañadas de emisiones de vapor de agua, gas y ceniza.
Desde hace varias semanas, la actividad sísmica y las expulsiones de ceniza han aumentado, por lo que las autoridades mantienen un monitoreo constante y un radio de seguridad de 12 kilómetros. Hace unas semanas, la alerta bajó de amarillo fase tres a fase dos.
El volcán tiene una altitud de 5.450 metros y se encuentra en el centro del país, en los límites de los estados de México, Puebla y Morelos.