Fernando Aristeguieta reconoció este viernes que tuvo que perder el miedo a volver lesionarse tras sufrir un par de fracturas en la cara.
Para poder brillar como un letal delantero con el Puebla mexicano.
"El torneo pasado tuve una lesión fuerte, no tanto por el tiempo que te deja fuera de la cancha, sino porque te entra un miedo porque me puso en peligro la vista que es de las cosas más preciadas de los seres humanos", explicó Aristeguieta.
Aristeguieta fichó por el Puebla el torneo anterior para suplir la baja del atacante peruano Santiago Ormeño.
En este sentido, logró ser la primera opción en la delantera del entrenador argentino Nicolás Larcamón.
Sin embargo, al sufrir una fractura del maxilar superior de la cara del lado izquierdo y en el piso de la órbita izquierda fue operado y estuvo fuera de las canchas un mes después de sus primeros siete partidos con el Puebla.
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"Ese miedo era algo que nunca había sentido, ni siquiera cuando empezando mi carrera tuve una lesión de ligamentos cruzados cuando volví no sentí miedo y esta vez sí. Fue un proceso de readaptación de volver a jugar fútbol y tratar de pensar de que las probabilidades de que vuelva a pasar son bajas y darle hacia adelante", admitió.
En su primer torneo, el artillero de 29 años marcó un gol en 12 partidos.
Asimismo, en el presente Clausura 2022 suma cinco en ocho duelos, cantidad que lo tiene como el tercer máximo anotador del certamen.
"Mi proceso de adaptación no ha terminado del todo en el Puebla. El que ha emigrado lo sabe que es así, cuando uno está fuera de su casa uno está en proceso constante de adaptación, a veces vendrán mejores momentos que otros, cuanto más tiempo tengas en un lugar uno empieza a arriesgarse y facilita estos cambios o altibajos porque haces amigos y te ubicas en la ciudad", añadió Aristeguieta.
EFE
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