El triunfal regreso del tenista español Rafael Nadal a Brasil, donde hoy conquistó su primer título tras una larga ausencia en las canchas por problemas físicos, fue el broche de oro del Abierto de Brasil, que se disputó a lo largo de esta semana en el gimnasio Ibirapuera, en Sao Paulo.
"Espero que sea un buen comienzo", dijo el número cinco del mundo en rueda de prensa concedida poco después de alzarse con el título número 51 de su carrera, logrado tras imponerse al argentino David Nalbandian por 6-2 y 6-3.
Para Nadal, quien estuvo en Brasil en 2005, cuando ocupaba el lugar 48 en el ranking de la ATP y sorprendió al mundo alzándose con el entonces segundo título de su carrera, éste fue "el mejor día" desde su regreso.
El triunfo de hoy es el primero que obtiene Nadal desde hace dos semanas, cuando volvió al circuito del que se mantuvo apartado durante más de siete meses a raíz de una lesión en la rodilla izquierda que aún lo atormenta.
El primer certamen que disputó tras la forzada inactividad fue el de Viña del Mar la semana pasada, cuando cayó en la final ante el argentino Horacio Zeballos.
Este domingo Nadal no mostró su mejor tenis ante Nalbaldian, quien por su parte también viene de una licencia de cinco meses por un desgarro en el músculo abdominal.
Sin embargo, la falta de un mejor desempeño no empañó el brillo de la conquista para el español. Además de luchar contra un adversario cordobés que arrancó el segundo set adjudicándose tres games consecutivos, Nadal libró una dura lucha contra su rodilla, que en la noche del sábado, cuando clasificó a la final tras derrotar al argentino Martín Alund, "dolió más que nunca".
"Tuve problemas con la rodilla algunos días, pero hoy fue un día en el que me sentí mejor. Fue mi mejor partido desde mi regreso", aseguró el heptacampeón de Roland Garros.
El semblante dolorido de Nadal en la rueda de prensa ofrecida el sábado tras sellar su pase a la final hizo dudar a todos de sus posibilidades reales de entrar hoy en la cancha. Consultado sobre si su participación en la final estaba en riesgo por los dolores, el propio deportista dudó: "Espero que no".
Pero hoy el sufrimiento aparentemente fue superado. Tras tambalear en el segundo set, el español aprovechó un claro derrumbe de Nalbandian para pasar a dominar el encuentro, ganar seis games consecutivos y alzarse con el título que lo devuelve al ruedo con victoria.
"Todos los títulos son importantes, en todos los momentos, y este momento es muy importante", afirmó Nadal, quien en declaraciones al diario "O Estado de Sao Paulo" dejó claro que el problema en la rodilla izquierda, en la que sufre el "síndrome de Hoffa" -una inflamación de la zona de grasa situada detrás del tendón rotuliano y debajo de la rótula- y una rotura parcial del tendón rotuliano, es su mayor preocupación del momento.
Ante el problema, metas tales como volver a ser el número uno del mundo, ganar su duodécimo Grand Slam o su octavo Roland Garros, se convierten en objetivos lejanos.
"El objetivo ahora es intentar estar bien, que la rodilla me deje de doler", afirmó. Volver a ser el número uno del mundo "no es un objetivo real", agregó.
La contundente victoria del ex número uno del mundo sobre el actual número 93 llenó de entusiasmo a los más de 9.300 "nadalmaníacos" que lo ovacionaron de pie en un Ibirapuera atiborrado.
"Estar en Brasil por segunda vez es muy lindo, y espero que esto pueda ser un recomienzo", declaró el tenista, que deja Brasil con un nuevo trofeo bajo el brazo, un persistente rival -su rebelde rodilla que "no responde como quisiera" y "demora más de lo esperado" en mejorar- y dejando como mensaje tácito el anuncio de que "el rey está vuelta".
En el torneo de dobles, la pareja compuesta por el brasileño Bruno Soares y el austríaco Alexander Peya se impuso por 6-7 (5-7), 6-2 y 10-7 al checo Frantisek Cermak y su par eslovaco Michal Mertinak, en un dramática partido.
Con la conquista, Soares, número 19 del ranking de dobles y campeón en dobles mixtos en el último Abierto de Estados Unidos, alcanzó el tricampeonato consecutivo en el Abierto de Brasil y su duodécima victoria seguida.
Tras un primer set que fue definido con tie-break a favor de la pareja europea, Soares y Peya lograron dos quiebres de servicio para anotar un 6-2 y llevar la definición a un tercer set, en el que la victoria la selló Peya con un preciso saque que hizo explotar al Ibirapuera. /DPA
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