Una apertura comercial con Colombia traería un cambio positivo a Venezuela, debido a que fomentaría el intercambio, la ampliación de mercados y mejoraría los medios de transporte, aseguró el economista y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León.
Sin embargo, señaló que, para algunos productores locales, habrá amenaza de competencia que les obligará a revisar su eficiencia para subsistir.
Consideró que este no es un proceso fácil, ya que involucra grandes intereses que se han conformado por varios años. Además, según el experto, existen debilidades de infraestructura.
Aun así, a través de Twitter, aseveró que el mercado “es rebelde y terminará por conseguir su cauce”.
El dirigente de Datanálisis estimó que “la sensibilidad cambiaria en la frontera es inevitable”. Argumentó que “la única estrategia es estar encima de esos cambios y tener la versatilidad para mover mercancías de un lado a otro, dependiendo de las ventajas que ese cambio genera”.
Rescatar la posición petrolera
Por otra parte, León admite que no hay forma de evitar que la recesión mundial afecte a Venezuela. No obstante, “los países petroleros tienen un mejor salvavidas”, dijo.
Pero, “la pregunta es si Venezuela podrá negociar para rescatar su posición petrolera o continuará minimizado y excluido”, puntualizó.
El economista considera que las negociaciones entre PDVSA y Chevron, autorizadas por los gobiernos de EEUU y Venezuela, son un factor fundamental para rescatar actividad económica en el país. De esta manera se podría abrir la posibilidad de que regrese al mercado petrolero formal, acotó.
Sobre el encarecimiento de los productos en dólares, León asegura que es consecuencia “de un efecto combinado de la sobrevaluación cambiaría”. También señaló a “la ineficiencia causada por los graves problemas de infraestructura local, que exigen sobre costos en la producción y distribución de bienes y servicios”.
En cuanto a una apertura total hacia la dolarización, el presidente de Datanálisis recordó que la economía venezolana no está dolarizada formalmente.
“Es una dolarización transaccional y fáctica pero sin acuerdos posibles con la fuente original del dólar. Para el BCV es difícil perder toda su capacidad de control y no cree que lo permita” remarcó.
Con respecto a la situación crediticia, afirma que “en la medida en que se han incrementado las operaciones en bolívares, que pasaron de 30% en marzo a 60% en junio, la banca tiene mayor disponibilidad crediticia. Pero sigue siendo muy restringida para las necesidades del mercado. Advirtió que, a su juicio, la problemática no se resolverá en corto plazo.
Con información de El Impulso.
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