Clara Vega Goetz, la también sobrina de los dueños del certamen, fue coronada como la nueva Miss Venezuela 2025 en la gala celebrada en el Centro Comercial Líder de Caracas, culminando una noche donde se impuso a las finalistas de Mérida, Yaracuy y Monagas. Con 23 años, la representante del estado Miranda asume la responsabilidad de llevar la bandera venezolana en el Miss Universo 2026. Su victoria está marcada por un perfil distinto: es hija de Andreína Goetz, quien ganó el Miss Venezuela en 1990.
Su camino hacia la corona estuvo acompañado de una conexión orgánica con el público. Clara documentó abiertamente su deseo y preparación para el certamen en redes sociales, especialmente en TikTok, donde acumuló un apoyo significativo y se posicionó como una figura viral. Medios internacionales como Infobae y ABC señalaron este aspecto, resaltando cómo su narrativa personal y su perfil "hecho a pulso" resonaron en una generación, generando una expectativa que la situó como una de las grandes favoritas desde las primeras etapas.
El momento decisivo: un tropiezo y una recuperación que definió la corona
La ronda final de preguntas, sin embargo, puso a prueba su temple frente a millones de espectadores. Al ser interrogada, Clara Vega experimentó un momento de notable dificultad. Mostró una pausa prolongada y una respuesta inicial que pareció titubear, un hecho que rápidamente se comentó en las redes sociales y creó un clima de incertidumbre. Este tropiezo momentáneo contrastó con la solidez que había proyectado durante el certamen y se convirtió en el punto de mayor tensión de la noche.
Luego del momento crítico, logró cerrar su intervención con mayor firmeza y convicción. Los jueces, entre los que se encontraban exreinas y periodistas, parecen haberse convencido por su resiliencia. Su perfil integral—una combinación de preparación internacional, carisma en redes y una historia personal de perseverancia—pesó más que un error aislado. Su coronación es vista como una apuesta por una representante con proyección global y habilidades comunicativas para el escenario del Miss Universo, donde deberá navegar un certamen que busca reinventarse tras una edición 2025 llena de polémicas.
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