Los trabajadores de la Fundación Pablo Neruda iniciaron una huelga por mejoras laborales que obligó al cierre temporal de las casas museo "La Sebastiana" de Valparaíso, "La Chascona" de Santiago y la de Isla Negra, la favorita del Premio Nobel de Literatura 1971.
Los empleados iniciaron la medida luego del fracaso de la negociación colectiva realizada en diciembre con la Fundación.
En su petitorio, los trabajadores piden un aumento en los bonos de locomoción, actualmente de 0,4 dólares diarios; de alimentación (0,2 dólares), más el bono de término de conflicto (416 dólares).
Guillermo Mesa, asesor jurídico de los sindicatos, denunció que la Fundación argumenta constantemente que las pérdidas económicas no le permiten contar con recursos para atender las demandas de los trabajadores, lo cual, a su juicio, sólo se explicaría por una mala gestión y administración.
"Una Fundación o una empresa con tres años con pérdidas no podría seguir funcionando o ya se habrían realizado cambios", afirmó Mesa.
Por su parte, los trabajadores desmintieron que los representantes de la Fundación estén abiertos al diálogo, pues aún no se comunican con ellos.
La movilización contó con el apoyo del sobrino del poeta, Rodolfo Reyes, quien llamó a la Fundación a dialogar y no a coartar la libertad sindical.
"Sin duda Pablo habría estado del lado de los trabajadores, como siempre lo estuvo", afirmó.
Los trabajadores también fueron respaldados por Manuel Araya, el último asistente del poeta, quien enfatizó que "Neruda se habría muerto de nuevo al saber qué está pasando en sus casas".
Además anunciaron que el sábado recibirán el apoyo del escritor uruguayo Eduardo Galeano, quien los visitará en Isla Negra, 100 kilómetros al noroeste de Santiago, y compartirá con ellos una olla común.
DPA
(KC)