Una corte egipcia confirmó el sábado sentencias de muerte contra 21 individuos por su participación en un disturbio tras un partido de fútbol en 2012 que costó la vida a 74 personas en la ciudad de Puerto Said, pero absolvió a siete policías acusados de participar en la violencia.
En respuesta, presuntos hinchas enfurecidos por el veredicto incendiaron la sede de la federación de fútbol y un club policial en El Cairo.
La corte sentenció además al ex jefe de seguridad de la ciudad, general de división Essam Samak, a 15 años de prisión.
El juez Sobhi Abdel-Maguid sentenció a otros cinco acusados a cadena perpetua y otros nueve aparte de Samak recibieron 15 años de cárcel. Seis fueron sentenciados a 10 años de prisión y dos a cinco años. Un acusado recibió 12 meses de cárcel, mientras que un total de 28, entre ellos los siete policías, fueron exonerados.
Como se esperaba, la decisión del tribunal no alivió las tensiones por el caso, que ha adquirido un tono político en momentos en que el país está inmerso en un torbellino, una economía en profunda crisis y una creciente oposición al gobierno del presidente islamista Mohamed Morsi.
Poco después de conocerse el veredicto el sábado, presuntos hinchas del club cairota Al-Ahly que se habían congregado en las afueras de la sede del equipo en el centro de la capital se enfurecieron e incendiaron un club de la policía cerca del lugar, así como la sede de la federación egipcia de fútbol. Los dos incendios generaron columnas de humo negro sobre la ciudad. Dos helicópteros del ejército estaban siendo usados para combatir las llamas.
Al menos cinco personas resultaron heridas en las protestas, le dijo el Ministerio de Salud a la agencia noticiosa estatal MENA.
En previsión de más violencia, las autoridades fortalecieron la seguridad cerca del Ministerio del Interior, que está a cargo de la policía, con agentes antimotines desplegados en las calles alrededor del complejo en el centro de El Cairo.
El juicio por la fatal refriega tras un partido futbol en Puerto Said ha sido la fuente de algunos de los peores desórdenes en Egipto en semanas recientes. Luego que el tribunal sentenciase a las 21 personas — en su mayoría hinchas de Puerto Said — a muerte en enero, violentos disturbios estallaron en la ciudad, en los que unas 40 personas fallecieron, la mayoría baleadas por la policía.
Los disturbios de febrero de 2012 siguieron a un juego de liga entre los equipos Al-Masry y Al-Ahly, de El Cairo, luego que los aficionados del club de Puerto Said atacaron a los hinchas del equipo visitante tras el final del juego. Se trata del mayor desastre en la historia del fútbol en Egipto. /AP