El papa Francisco siguió siendo fiel a su estilo de vida sencillo y después de su presentación ante los creyentes en la Plaza de San Pedro volvió en autobús a su residencia en vez de utilizar la limusina papal puesta a su disposición, informó hoy el cardenal austriaco Christoph Schönborn.
"Los empleados del Vaticano estaban especialmente impresionados", dijo el arzobispo de Viena a la agencia de noticias austriaca APA en Roma sobre la actitud del nuevo pontífice en la noche del miércoles.
Francisco también renunció a ponerse la muceta roja de armiño, que sí había utilizado su antecesor Benedicto XVI tras su elección en abril de 2005.
Schönborg, quien también figuraba entre los papables, calificó el gesto del papa argentino como una "sorpresa positiva" y dijo que espera del nuevo jefe de la Iglesia Católica un pontificado marcado por la sencillez y la ausencia de complejidad.
"Es un papa que seguramente tiene preparadas varias sorpresas más", estimó el purpurado./DPA