Un alto líder de los rebeldes sirios fue herido por una bomba adherida a su automóvil y algunas versiones hablan de que ya habría muerto, dijeron activistas el lunes.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que la explosión estaba dirigida contra el coronel rebelde Riad al-Asaad y que ocurrió durante su visita a la ciudad de Mayadin, en el este de Siria.
El Observatorio citó informes contradictorios sobre la suerte de al-Asaad, entre ellos algunos que dijeron que fue asesinado y otros que sostenían que perdió una pierna. Nadie se atribuyó de inmediato la responsabilidad del ataque.
Al-Asaad es un desertor prominente del ejército sirio que se convirtió en jefe del Ejército Libre Sirio, un grupo que trató de reunir a los combatientes rebeldes bajo un mando unificado.
Sin embargo, al-Asaad se volvió luego poco más que una figura decorativa y su grupo fue reemplazado por la Oficina de los Jefes de Estado Mayor, asociado con la opositora Coalición Nacional Siria, encabezada por el general Salim Idris. Este organismo tampoco pudo fue capaz de generar una autoridad generalizada dentro de Siria, donde la mayoría de los grupos improvisan sus propios fondos y armas.
Mientras tanto, varios ataques con proyectiles de mortero cerca de una glorieta del centro de Damasco mataron a una persona e hirieron a otras, informó la estación de televisión Ikhbariyeh, del gobierno.
Según la agencia de noticias estatal siria, los ataques ocurrieron cerca de la Ópera y no dejaron muertos pero sí seis heridos por lo menos.
Tampoco quedó claro de inmediato quienes fueron los responsables de estos ataques, lo que refleja la naturaleza a menudo caótica de la guerra civil siria, de dos años de duración, que ha enfrentado a cientos de grupos rebeldes independientes contra las fuerzas del presidente Bashar Assad.
La ONU dice que más de 70.000 personas han muerto desde que comenzó el conflicto con protestas políticas en marzo de 2011. /AP