Los sindicatos del transporte público de Portugal iniciaron una campaña de huelgas intermitentes y protestas contra los ajustes presupuestarios y los planes de privatización que afectan a sus empresas.
Los trabajadores de la Sociedad de Transportes Colectivos de Oporto, responsable de los autobuses y tranvías de la segunda ciudad de Portugal, secundaron hoy la primera de las jornadas de huelga, a la que se sumaron cerca del 80 % de los empleados, según fuentes sindicales, con serias perturbaciones de los servicios.
Los ferrocarriles lusos llevan a cabo este miércoles un paro que se notará ya por la noche de este martes, en tanto los transportes fluviales que unen Lisboa con la populosa margen sur del río Tajo, los autobuses urbanos y el metro de la capital irán también a la huelga en los próximos días.
La rebaja de salarios aplicada a los trabajadores del sector público, que se suma al aumento generalizado de impuestos en el país, y la disminución del pago por horas extraordinarias están entre las principales quejas de los sindicatos.
Pero también protestan contra la intención expresada por el Gobierno conservador luso de privatizar algunos de esos servicios, dentro de su estrategia para recortar el gasto público y cumplir las exigencias del rescate financiero de Portugal.
La huelga que puede tener más impacto en la capital es la convocada en el metro de Lisboa para el próximo día 20, que se suma a los otros tres paros parciales ya realizados desde comienzos de año contra la privatización de la compañía y el despido de empleados.
A lo largo de 2012, el metro lisboeta estuvo paralizado por huelgas y movilizaciones en ocho ocasiones, tres de ellas durante 24 horas.
El personal de la Red Ferroviaria Nacional -encargado de gestionar el tráfico de trenes- hará huelga el jueves, al mismo tiempo que la empresa de autobuses urbanos de Lisboa, Carris.
También prepara paros intermitentes la red de autobuses de la "Rodoviária do Tejo", encargada de la región de Lisboa, mientras los servicios fluviales del río Tajo irán a la huelga el viernes.
La semana de protestas en el transporte público concluirá el sábado con una manifestación de los trabajadores del sector, que marcharán hasta el Parlamento luso.
"Ésta es una semana de lucha en favor de la negociación colectiva, el aumento de los salarios y el cumplimiento de los acuerdos entre empresa y trabajadores", subrayaron portavoces de la Federación lusa de Sindicatos de Transportes y Comunicaciones (Fectrans).
Los sindicatos también quieren expresar su malestar por los problemas que atraviesan los servicios públicos a causa de los recortes presupuestarios. /EFE