El Consejo de Seguridad de la ONU amplió por un año el mandato de su misión de paz en la República Centroafricana (BINUCA) e instó a todas las partes a cumplir los compromisos adquiridos en el acuerdo de paz del pasado 11 de enero.
Los quince miembros del máximo órgano internacional de seguridad aprobaron por unanimidad una resolución patrocinada por Francia que amplía la misión de paz de la ONU en ese país africano hasta el 31 de enero de 2013.
El Consejo de Seguridad exhortó al Gobierno centroafricano, a la coalición rebelde Séléka, a los grupos armados y a la oposición a que cumplan "de buena fe" la declaración de principios firmada en Libreville (Gabón) el pasado 11 de enero.
Además, solicitó aplicar "rápida y plenamente" el alto el fuego firmado y el acuerdo político sobre la solución de la crisis, y celebró el nombramiento de un representante de la oposición como primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional.
Por otro lado, exhortó a todas las partes, y en concreto a la coalición Séléka, a permitir el acceso sin trabas y seguro de la asistencia humanitaria a las personas necesitadas "lo antes posible" y a que velen por la protección de los civiles.
El máximo órgano de decisión de la ONU condenó los ataques perpetrados por grupos armados y los intentos de desestabilizar el proceso de consolidación de la paz, y expresó su preocupación por la falta de autoridad del Estado fuera de la capital.
En concreto lamentó el "grave vacío de seguridad" en muchas zonas del país que ha permitido el desarrollo de grupos armados nacionales y extranjeros, incluido el Ejército de Resistencia del Señor (LRA).
Por último, invito a los países de la zona y a las organizaciones regionales y subregionales a considerar la posibilidad de adoptar las medidas que estimen convenientes para mejorar la situación de la seguridad en caso de que lo solicite la República Centroafricana.
La coalición de rebeldes Séléka, integrada por cuatro movimientos insurgentes, inició en diciembre pasado una ofensiva armada que se detuvo a 100 kilómetros de Bangui y con la que reivindicaban la aplicación de los acuerdos de paz firmados en 2007.
Esos tratados contemplaban -entre otros asuntos- la integración de combatientes rebeldes en el Ejército centroafricano, la liberación de una serie de prisioneros políticos, y el pago a los milicianos sublevados que optaran por el desarme. /EFE
(KC)