Unos 50 integrantes del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil ocuparon este miércoles de forma pacífica la sede del Instituto Lula, con el declarado objetivo de presionar al ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva a evitar su desalojo de un asentamiento en el interior del estado de Sao Paulo.
Según el director presidente de la entidad, Paulo Okamotto, Lula se manifestó "molesto" por la protesta, aunque expresó "solidaridad" a la demanda de los agricultores: "Le informé sobre el movimiento y él se sintió molesto, porque las personas invadieron y él tuvo que cambiar su agenda".
"Ellos tienen la solidaridad del presidente Lula y de todos nosotros para resolver el problema del asentamiento, pero no podemos estar de acuerdo con los métodos que están usando. Es inapropiado, ni siquiera nos han pedido una audiencia. Nunca pidieron apoyo", se quejó Okamotto.
Según el abogado del grupo, Vandré Paladini, los labriegos desean que Lula pida a su sucesora, la presidenta Dilma Rousseff, que firme un decreto expropiando las tierras del asentamiento Milton Santos, donde desde hace siete años viven 70 familias campesinas.
Pese a que el asentamiento fue entregado a los agricultores por el estatal Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra), el 28 de noviembre pasado la Justicia de Sao Paulo ordenó la devolución de las tierras a sus antiguos propietarios, y otorgó a los agricultores un plazo para abandonar la propiedad, que expirará el 30 de enero.
"El Incra no cumplió correctamente los trámites para transferir las tierras, y los propietarios obtuvieron en la Justicia el derecho a recuperar el área", lamentó Paladini.
Okamotto, sin embargo, afirmó que el Instituto Lula no es una entidad gubernamental y se limitó a informar el gobierno sobre las demandas de los agricultores, ya que no tiene poderes para resolver el problema.
"Además de ofrecer café y agua, lo que podemos decir es que su protesta es correcta, pero la forma, no mucho. Por ahora, ellos se quedan como nuestros invitados, pero no pueden ser invitados eternos, hay que encontrar una solución", dijo.
Según Okamotto, "a partir de ahora, todo depende de la relación de ellos con el gobierno". /DPA
(MM)