Según un estudio que acaba de ser completado en China, apenas queda un millar de delfines de agua dulce en el río Yangtsé, una especie de marsopa autóctona que está en serio peligro de extinción, de la que se estimaba hasta hace meses que había al menos unos 600 ejemplares más de los que quedan.
Si los estudios preliminares ya calculaban en diciembre que la población de los también llamados "manatíes del Yangtsé" había caído al menos un 60 por ciento desde 2006, al confirmarse que se ha reducido a apenas un millar se sabe ya que podrían extinguirse en muy pocos años.
Según recoge hoy el diario oficial "Shanghai Daily", tras recorrer los más de 3.400 kilómetros navegables del inmenso río chino, junto a cuya desembocadura se encuentra la ciudad de Shanghái, los científicos lograron detectar sólo 380 ejemplares.
Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, en las siglas internacionales de esta organización no gubernamental, vinculada al estudio presentado ahora), la suma de estos ejemplares con los avistamientos registrados en los lagos y afluentes del río lleva al los expertos a fijar su población en un millar de animales.
El estudio, llevado a cabo por el Instituto de Hidrobiología de la Academia China de Ciencias Sociales, el Ministerio de Agricultura y WWF, conduce a la alarmante conclusión de que esta especie, de la que había unos 1.800 animales en 2006, podría desaparecer en apenas 15 años.
Los expertos creen que con una población tan reducida tienen todavía más riesgo de desaparecer como especie que los pandas gigantes, cuya población, también en peligro, se estima que ronda en la actualidad los 1.600 ejemplares en todo el planeta, 328 de ellos en cautividad.
Estas marsopas sin aleta se ven cada vez más afectadas por la actividad humana y la fuerte contaminación del Yangtsé, donde "la escasez de comida y el aumento del tráfico fluvial son sus principales amenazas", según destaca WWF, que asegura que se han encontrado "trampas" en el río que podrían diezmar su población.
Según el estudio, su número puede estar reduciéndose a un ritmo de casi un 14 por ciento anual desde 2006, una velocidad el doble de rápida que la registrada hasta entonces.
En este año se contabilizaron unos 500 ejemplares en el Yangtsé y cerca de 540 en sus lagos de Poyang y Dongting.
El 67 por ciento de ellos se cree que vive cerca del tramo del río entre el condado de Hukou, en la provincia de Jiangxi, y la ciudad de Nankín, en la provincia oriental de Jiangsu, precisó la agencia oficial Xinhua.
El hábitat natural de los delfines de agua del Yangtsé está aislado y concentrado en ciertas partes del río y de sus lagos, lo que, con la intromisión humana, no ayuda a la reproducción de estos animales, muy relacionada con sus migraciones estacionales a través de sus aguas.
WWF espera que el informe movilice al Gobierno chino a cuidar con más atención la supervivencia de este mamífero, y que lo incluya por fin en su lista de las especies más protegidas del país.
El documento pide que se amplíen las zonas del río protegidas, que se prohíba pescar en el lago Poyang y se facilite el empleo de los antiguos pescadores en otros sectores, para que no vuelvan a su actividad en la sombra, mientras se está construyendo un centro de reproducción artificial de esta especie para entre 2016 y 2018. /EFE