El presidente Barack Obama se reunió el viernes en la Casa Blanca con líderes del Congreso, horas antes de que comiencen a implementarse recortes obligatorios al gasto público, para unas conversaciones intensas en momentos en que pende sobre el país una amenaza de parálisis en muchas funciones gubernamentales.
Sin expectativas de progresos, Obama propondría nuevamente un masivo acuerdo fiscal que elevaría impuestos y recortaría miles de millones de dólares de costosos programas de prestaciones. Pero con recortes federales automáticos a punto de comenzar a afectar la operación gubernamental, el sendero hacia el gran acuerdo por el que Obama hizo campaña el año pasado se ha estrechado considerablemente.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner; el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harri Reid; el líder de la minoría republicana Mitch McConnell y la líder de los demócratas en la cámara baja Nancy Pelosi ingresaron a la Casa Blanca poco después de las 10 de la mañana. La reunión comenzó 18 minutos más tarde.
"Estoy dispuesto a discutir otras ideas para mantener nuestro compromiso de reducir los gastos del gobierno", dijo McConnell en una declaración antes de las negociaciones. "Pero no va a haber un acuerdo de trastienda de última hora y de ninguna manera un acuerdo para aumentar impuestos". / AP.