El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, instó hoy a los kenianos a mostrar unidad ante a los próximos comicios que celebra Kenia, el 4 de marzo, para evitar que se repita la intensa ola de violencia postelectoral que vivió el país en 2008.
En un comunicado hecho público por la embajada de EEUU en Nairobi, Obama pide, "por encima de todo", que el pueblo de Kenia se una "antes y después de las elecciones, para seguir con la reconstrucción del país".
"Kenia debe rechazar la intimidación y la violencia, y permitir que se celebren unas elecciones libres y justas. Los kenianos deben resolver sus disputas en los tribunales y no en las calles", agrega Obama.
En menos de un mes, Kenia afrontará sus quintas elecciones democráticas envuelta en un clima de incertidumbre, debido a la violencia de los últimos comicios, celebrados a finales de 2007, en las que murieron unas 1.300 personas y otras 300.000 se vieron desplazadas como consecuencia de enfrentamientos postelectorales.
"Este es el momento de Kenia para unirse", insiste el mandatario estadounidense. "Si lo hacéis, le enseñaréis al mundo que no sois simplemente miembros de una tribu o de un grupo étnico, sino ciudadanos de una gran nación", sentencia.
Obama, que tiene una especial conexión con el país africano, dado que su padre era keniano, reconoce, asimismo, el progreso que ha logrado el pueblo de Kenia desde 2008.
"Desde los enfrentamientos de hace cinco años, habéis trabajado para reconstruir las comunidades, reformar las instituciones y aprobar una nueva constitución", apunta Obama.
El presidente lanza también un mensaje de apoyo a los kenianos y asegura que "todos aquellos sigan el camino del progreso tendrán un buen amigo y socio en los EEUU de América".
Está previsto que el próximo 4 de marzo Kenia celebre elecciones presidenciales, parlamentarias, senatoriales, a gobernadores regionales y para elegir a los representantes locales, con un apartado específico para mujeres.
Los principales candidatos presidenciales son el actual primer ministro, Raila Odinga, del Movimiento Democrático Naranja, y el viceprimer ministro y exministro de Finanzas, Uhuru Kenyatta, líder de la Alianza Nacional.
Odinga fue uno de los protagonistas de la violencia postelectoral de 2008, puesto que fue él y su partido quienes afirmaron públicamente que las elecciones habían sido un fraude y que la victoria había sido suya, y no del actual presidente, Mwai Kibaki, como mostraban los resultados oficiales.
Por otra parte, Kenyatta y su aliado político, el diputado y exministro de Educación Superior William Ruto, están imputados por la Corte Penal Internacional (CPI) por cargos que incluyen crímenes contra la humanidad durante la violencia postelectoral de los pasados comicios. EFE