El presidente Barack Obama expresó el lunes su deseo de que la policía de tres comunidades que fueron escenario de matanzas colectivas y de otras partes del país ayuden a convencer al Congreso de que apruebe una nueva legislación sobre el control de armas.
Obama dijo que ningún grupo es más importante que la policía en el debate sobre las armas de fuego. Afirmó que reconoce que el tema "desata mucha pasión en todo el país" pero el Congreso necesita escuchar los puntos de vista de la policía.
El mandatario exhortó al Congreso a que apruebe la prohibición a la venta de armas de asalto, límites a la capacidad de los cargadores y que sea obligatorio la revisión de los antecedentes de los interesados en la compra de un arma.
"Tenemos la esperanza de que si representantes de los cuerpos policiales, que lidian con estas situaciones día tras día, pueden llegar a un consenso sobre las medidas que hay que tomar, el Congreso les prestará atención y podremos progresar", declaró el mandatario.
Añadió que el gobierno también necesita considerar más seriamente los temas de la salud mental y de seguridad en las escuelas, y que debería ayudar a las agencias policiales a contratar más agentes, mejorar su entrenamiento y afianzar las capacidades de los cuerpos policiales rurales.
"Muchos de ellos también reconocen que no se trata solamente de las masacres que acaparan los titulares de la prensa, dijo Obama. "Se trata también de lo que ocurre día a día en lugares como Chicago o Filadelfia, donde hay jóvenes que caen víctima de las balas todos los días".
El presidente hizo sus declaraciones durante una reunión en la Casa Blanca con representantes de la Asociación de Jefes de Policía de las Principales Ciudades, la Asociación de Alguaciles de los Principales Condados, miembros del gabinete y otros jefes policiales que atendieron las matanzas a tiros ocurridas en 2012 en Aurora, Colorado; Oak Creek, Wisconsin, y Newtown, Connecticut. / AP.