La Coalición para el Control de las Armas criticó hoy el último borrador para un nuevo Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA) que se está negociando en la ONU y llamó a los Gobiernos a escuchar a la mayoría que pide un acuerdo "robusto" en vez de a los "escépticos" que buscan solo "consensos".
"Estamos preocupados por el rumbo de las negociaciones y que en el último borrador no se haya cerrado ninguno de los vacíos legales que denunciamos", afirmó en rueda de prensa Allison Pytlak, la jefa de campaña de la coalición, en el arranque de la segunda y última semana de conversaciones en la sede de la ONU.
La portavoz de la coalición, que agrupa a ONG internacionales como Oxfam o Amnistía Internacional, dijo que el actual texto está "lejos" de ser el tratado por el que trabajan y denunció que "incluso recoge menos armas" y el tema central de los componentes y la munición "casi no está cubierto".
La coalición valoró hoy la marcha de las negociaciones en la ONU, después de que fueran canceladas en julio pasado por falta de acuerdo, y que entraron en su fase "decisiva" antes de que este jueves concluya el plazo para cerrar un pacto para un nuevo TCA.
"Francamente, después de años de negociaciones no creemos que este sea el tratado que quiere la mayoría, pero desafortunadamente aquí estamos", añadió Pytlak, quien hizo un nuevo llamamiento a los Gobiernos para que no se dejen "presionar" por países "escépticos" con poder de veto en el Consejo de Seguridad, como Estados Unidos.
Por su parte, la portavoz de Oxfam International, Anna Macdonald, reiteró la preocupación de la sociedad civil porque en esta fase de las conversaciones "se habla demasiado" de la necesidad de buscar "consensos" para contentar a los "escépticos" cuando, según dijo, la mayoría quiere un tratado "robusto".
El borrador "no es suficiente", dijo Macdonald, quien reiteró que este no es el acuerdo por el que llevan haciendo campaña "hace años" ni un tratado que ayudaría "a salvar vidas en África o frenar la ola de violencia de las armas en América Latina y otras regiones".
La portavoz de Oxfam reconoció que "lo ideal" sería que "todos" se unieran a un nuevo tratado, pero adelantó que si este jueves no fuera posible un acuerdo, también existe la posibilidad de que el asunto sea trasladado a la Asamblea General para su votación.
"Estamos convencidos de que (en una votación) tendríamos una mayoría suficiente para sacarlo adelante", indicó Macdonald, quien detalló que haría falta "una mayoría simple" aunque por norma general los Gobiernos prefieren una "mayoría de dos tercios" que refleje el respaldo de la comunidad internacional.
Para Amnistía Internacional, las "graves deficiencias" incluidas en el último borrador no permitirían que un nuevo tratado evitara las transferencias de armas a países donde podrían ser utilizadas para cometer o facilitar ejecuciones sumarias y arbitrarias, tortura y desapariciones forzadas.
El actual texto prohibiría el comercio de armas en países que se usarían para cometer genocidio o crímenes de lesa humanidad, pero no si contribuyeran a facilitar ejecuciones sumarias o arbitrarias, desapariciones forzadas o torturas fuera del conflicto armado.
"Los Gobiernos tienen que posicionarse de forma clara. O escuchan a la mayoría que pide sin ambigüedad un tratado robusto o acomodan a los escépticos", añadió la portavoz de Oxfam, quien dijo que EE.UU. es uno de los países que más reparos pone y también mencionó a Francia.
Por su parte, el subsecretario para Asuntos Multilaterales y de Derechos Humanos de la cancillería mexicana, Juan Manuel Gómez Robledo, destacó en la misma rueda de prensa la participación de la sociedad civil en las negociaciones y dijo que México seguirá presionando para que el resultado sea "satisfactorio".
"Estamos entrando en la segunda semana de negociaciones, la más difícil", reconoció el diplomático mexicano, quien consideró que ya se ha debatido "de forma extensa" y ahora falta "voluntad política" de los países para sacar adelante un acuerdo "robusto".
Jonathan Frerichs, de la Comisión Mundial de Iglesias, dijo por su parte que la comunidad internacional tiene la posibilidad de las negociaciones sean "un éxito o un fracaso histórico", y advirtió de que ahora el borrador "parece más un tratado de los productores y exportadores (de armas) que de los pueblos del mundo".
Frerichs, que calificó el actual texto de "claramente parcial" y "desactualizado", dijo que no afectaría al derecho al porte de armas recogido en la segunda enmienda de la Constitución de EE.UU. y atribuyó las críticas de algunos sectores "a la interpretación bizarra" de un tratado que busca "salvar vidas".
"Hay desinformación y mentiras circulando por ahí. Estamos hablando de un tratado internacional para regular el comercio internacional de armas, no para afectar a la segunda enmienda", añadió, por su parte, la portavoz de Oxfam. /EFE