El secretario de Defensa de EE.UU., León Panetta, prometió "todas las medidas necesarias" para rescatar a los rehenes estadounidenses que se encuentran entre un grupo de occidentales secuestrados en una planta de gas en Argelia.
"Quiero asegurar a los estadounidenses que EE.UU. tomará todos los pasos necesarios y apropiados que se requieran para lidiar con esta situación", dijo al grupo de periodistas que le acompañan en su gira por Europa, según recoge el Pentágono en un comunicado.
Panetta, que calificó el secuestro como "ataque terrorista", confirmó que hay estadounidenses entre los rehenes, algo que ya había hecho previamente la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, aunque sin dar más detalles.
Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) se ha atribuido la autoría del ataque a través de la agencia privada de noticias mauritana ANI y afirmó tener en su poder a 41 rehenes occidentales, 7 de ellos estadounidenses.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, telefoneó al embajador estadounidense en Argelia, Henry Ensher, y también al primer ministro argelino, Abdelmalek Sellal.
El secretario de Defensa estadounidense dijo desconocer todavía si existe una relación entre el ataque en Argelia y la intervención francesa en Malí.
Francia ha comenzado ataques aéreos de apoyo al Ejército de Malí en su intento por frenar el avance de los grupos salafistas que cuentan con el apoyo de los yihadistas de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), entre otros.
Panetta ha indicado que Estados Unidos proporcionará "apoyo logístico limitado" y señaló que ya se ha colaborado con el Gobierno francés proporcionando inteligencia.
El secretario, que realiza una gira de despedida por Europa antes de dejar su cargo, señaló que ha hablado con los líderes de Portugal, España e Italia sobre la situación en Mali.
"Creo que hay un consenso en que Francia ha hecho lo correcto para detener a AQMI antes de que lleve mayores acciones", dijo Panetta que señaló que mañana se reunirán los ministros de Defensa europeos para discutir el tema.
El conflicto en Mali comenzó en junio de 2012, cuando tres grupos salafistas -Ansar Al Din, Monoteísmo y Yihad en África Occidental (MYAO) y AQMI- se hicieron con el control del norte de Mali, donde impusieron un sistema basado en una estricta interpretación de la "sharía", la ley islámica.
Ansar el Din rompió hace unos días el alto el fuego pactado en diciembre y lanzó una ofensiva hacia el sur, por lo que el Gobierno de Mali envió la pasada semana una petición de ayuda a la ONU y a Francia, que respondió con el envío de tropas y el inicio de operaciones aéreas contra los salafistas.
En el ataque de las instalaciones de tratamiento de gas en Argelia, situadas en la provincia de Ilizi, fronteriza con Libia, murieron dos personas, una de ellas británica y otras seis personas resultaron heridas, cuatro de ellas agentes de seguridad argelinos y otras dos originarias del Reino Unido.
El complejo de tratamiento de gas, que se encuentra a 1.600 kilómetros al sureste de Argel, en Ain Amenas, en la región de Tinganturin, está explotado por la empresa estatal argelina Sonatrach y las compañías British Petroleum y Statoil. /EFE
(KC)