La Policía colombiana se incautó, en el centro del país, de 38 fusiles, dos ametralladoras, tres morteros y más de 25.000 balas, al parecer de propiedad de bandas criminales que buscaban consolidar corredores para transportar cocaína, informó hoy el director de esa institución, general José Roberto León Riaño.
El cargo explicó a periodistas que las tres operaciones se cumplieron en el departamento del Meta (centro), aunque no precisó la fecha en que se adelantaron.
León Riaño añadió que con el armamento se "podían armar" hasta 50 hombres, la mayoría de ellos disidentes del Ejército Revolucionario Popular Antiterrorista de Colombia (Erpac), comandado por el narcotraficante Pedro Oliveiro Guerrero, alias "Cuchillo", hasta su muerte a fines de 2010 en una operación militar.
La primera operación se cumplió en el caserío Puerto Rico, en donde se ubicaron dos escondites subterráneos en los que estaban ocultos 29 fusiles de diferentes marcas, tres morteros, una ametralladora, 37 granadas de fragmentación, 80 proveedores para fusil y 10.000 balas.
En Puerto Gaitán, también en el departamento del Meta, fueron hallados, escondidos bajo tierra, nueve fusiles de asalto AK-47, una ametralladora M-60 tipo comando, 40 granadas de 40 mm, cinco bengalas de iluminación, dos granadas de humo y 2.000 balas.
Y en los caseríos Danubio y Guacamayas, la Policía se incautó de 13.000 balas, un cañón para ametralladora M 60 y un lanzagranadas calibre 37 milímetros.
Según el general León Riaño, la disidencia del Erpac quería consolidar rutas para el narcotráfico en los selváticos departamentos del Vichada, Guaviare, Guainía y Meta.
Las bandas criminales, a las que el Gobierno colombiano denomina "Bacrim", están formadas por miembros de las autodefensas que no se desmovilizaron. EFE