El primer ministro nipón, Shinzo Abe, reunió hoy a un grupo de trabajo especial para tratar la situación de los rehenes japoneses en Argelia, y poder "responder con firmeza" ante la crisis iniciada el pasado miércoles.
Abe, que decidió acortar la gira por el Sudeste Asiático en la que se encontraba, aterrizó hoy en el aeropuerto tokiota de Haneda y se dirigió directamente a la reunión del gabinete especial, informó la agencia Kyodo.
El primer ministro pidió en la reunión realizar los mayores esfuerzos para recabar toda la información posible sobre la situación de los 10 japoneses que continúan desaparecidos desde que el miércoles un grupo terrorista secuestrara a los trabajadores de una planta de transformación de gas en In Amenas (este de Argelia).
Hasta el momento, Japón ha confirmado que del total de 17 trabajadores japoneses de la empresa de ingeniería nipona JGC que se encontraban en el complejo en el momento del ataque, tan solo han podido confirmar que 7 de ellos se encuentran a salvo.
Además, la compañía nipona, cuyo presidente y diversos altos cargos se han desplazado hasta Argelia, ha confirmado que además de los japoneses, del resto de 61 de sus trabajadores de distintas nacionalidades, 51 permanecen desaparecidos.
Abe subrayó hoy también la necesidad de trabajar estrechamente con otros países como EE.UU., Francia y Reino Unido, que cuentan con rehenes en la planta, para instar al Gobierno del país norteafricano a colaborar, después de que ayer pidieran al Ejecutivo información fiable sobre la situación real en la planta.
Además, Japón convocó ayer al embajador de Argelia en Tokio para transmitirle su preocupación por la situación de los rehenes secuestrados por un grupo islámico.
Según la agencia argelina APS, hasta el momento el Ejército ha logrado liberar a casi un centenar de rehenes extranjeros de los 132 secuestrados y a 572 argelinos, aunque el Gobierno de Argel no ha ofrecido cifras de eventuales víctimas, entre los que podrían encontrarse dos japoneses según apuntan los medios. /EFE