Las autoridade sanitarias de varios países europeos reforzaron hoy las inspecciones alimentarias tras el hallazgo de carne de caballo en numerosos platos precocinados supuestamente elaborados a base de carne vacuna.
En Alemania, inspectores analizaron no sólo productos precocinados, sino que ampliaron sus investigaciones a mataderos y cocinas de restaurantes.
En Italia, la policía registró filiales del grupo alimentario suizo Nestlé, después de que se descubriera la presencia de carne de caballo no declarada en los productos de esta compañía. También en el Reino Unido se intensificó la búsqueda de rastros de carne de caballo y de burro en platos de carne de vaca.
En Alemania se detectaron en 24 análisis rastros de carne de caballo no declarada, informó el Ministerio de Protección al Consumidor en Berlín. En los diferentes estados alemanes se han realizado hasta el momento 360 análisis oficiales de ADN.
La ministra alemana de Protección al Consumidor, Ilse Aigner, explicó en declaraciones al canal televisivo ARD que probablemente se trata de carne de caballos sacrificados de forma legal, que "en algún lugar en el camino fue adulterada".
Nestlé informó que ha retirado de la venta en España e Italia productos congelados procedentes de proveedores alemanes en los que se detectó carne de caballo no declarada.
Los productos afectados son los ravioli Buitoni de ternera y los tortelini de ternera de esa misma marca. En ambos casos se detectó un porcentaje de carne de caballo superior al uno por ciento.
Según informó Nestlé, los productos retirados de la venta estaban elaborados a partir de la carne proporcionada por un proveedor de Baja Sajonia (Alemania).
"Nuestros estudios encontraron restos de ADN de caballo en dos productos fabricados con carne de ternera proporciana por H.J. Schypke", informó Nestlé en un comunicado, en el que se disculpa ante los consumidores.
La compañía aseguró que informó de sus hallazgos a las autoridades, aunque afirmó que no hay riesgos para la seguridad alimentaria. Aun así, "la errónea etiquetación de productos supone no cumplir con los altos estándares que los consumidores esperan".
También la cadena de supermercados Lidl retiró dos productos de las estanterías de sus tiendas en Suiza. Se trata de los penne boloñesa Combino, procedente de un fabricante alemán, y de los ravioli boloñesa Coquette, de fabricación francesa, en los que también se encontró carne de caballo. /DPA