La sureña ciudad brasileña de Santa Maria vivió este lunes una jornada de luto, con alrededor de un centenar de sepelios de las víctimas del trágico incendio en una discoteca que mató a por lo menos 231 personas este domingo y dejó a más de un centenar de heridos, de los cuales 80 están graves.
En el cementerio de la ciudad, miles de personas lloraban la pérdida de sus hijos, hermanos o amigos.
"Nosotros estuvimos juntos en un asado y él decidió pasar por la discoteca. No debería haber ido, debería haberse quedado con nosotros", dijo entre lágrimas Everton Revelante, quien perdió en el incendio a su amigo Silvio Beure.
Así como gran parte de las víctimas fatales, Beure se había refugiado en uno de los baños de la discoteca, y allí falleció asfixiado por el humo.
Mientras tanto, la policía de la ciudad realizó hoy las primeras detenciones de sospechosos de haber causado la segunda peor tragedia causada por el fuego en la historia de Brasil, superada solamente por el incendio en un circo que mató a más de 500 personas en la ciudad de Niterói, en 1961.
Dos de los propietarios de la discoteca Kiss fueron detenidos, así como dos integrantes del grupo musical "Gurizada Fandangueira", cuyo vocalista lanzó una bengala que, al parecer, inició el incendio al prender fuego a la espuma tóxica del techo del lugar.
La policía investiga si los propietarios de "Kiss" tienen alguna responsabilidad en la tragedia.
Relatos de supervivientes revelaron que no había salidas de emergencia visibles y que agentes de seguridad contratados por la discoteca obstaculizaron inicialmente la fuga de las víctimas, alegando que no habían pagado su cuenta.
Además, el Cuerpo de Bomberos informó que la licencia de funcionamiento de la discoteca había expirado en agosto del año pasado.
En un comunicado difundido hoy por sus abogados, sin embargo, los propietarios sostuvieron que la tragedia ocurrió a raíz de un "accidente" y aseguraron que los sistemas de protección y combate a incendios de la discoteca eran "apropiados para las necesidades de la casa y de sus frecuentadores".
"Lamentamos sinceramente la extensión de la tragedia que superó a toda normalidad y previsibilidad de cualquier actividad empresarial, y atribuimos este terrible suceso a una fatalidad. Sólo Dios tiene condiciones de llevar el consuelo (…) espiritual que deseamos a todos los familiares (de las víctimas)", afirma la nota.
La tragedia que conmocionó a Brasil ocurrió en la madrugada del domingo, cuando más de mil personas -en su mayoría jóvenes de alrededor de 20 años de edad- bailaban en la discoteca "Kiss", de Santa Maria, una ciudad universitaria del estado de Río Grande do Sul.
Según el ministro brasileño de Salud, Alexandre Padilha, el número de muertos por la tragedia podría aumentar, ya que cerca de 80 de los 121 heridos en la tragedia se encuentran en estado grave,
"Son pacientes que se encuentran en cuidados intensivos, con ayuda mecánica para respirar. Estos pacientes están en estado crítico", afirmó el ministro, en una rueda de prensa concedida en Brasilia.
Padilha informó que el gobierno brasileño ha contactado bancos de piel de países vecinos, como Argentina, Uruguay y Perú para que apoyen al país en caso de que sea necesario realizar injertos de piel en pacientes con quemaduras graves.
A raíz de la tragedia, la presidenta Dilma Rousseff anticipó su regreso de Chile, donde participaba ayer en la cumbre de la Celac, sostuvo un emotivo encuentro con parientes de las víctimas y dictó luto oficial de tres días en el país.
Además, el gobierno canceló un festejo programado para hoy en Brasilia, con ocasión de los 500 días que faltan para el Mundial de fútbol de 2014.
El Mundial forma parte de una lista de grandes citas que recibirá Brasil, y que se iniciará en junio con la Copa Confederaciones, proseguirá en julio con la Jornada Mundial del Papa con la Juventud y culminará en 2016, con los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. /DPA
(MM)