Testigos sobrevivientes de matanzas realizadas por el Ejército de Guatemala entre 1982 y 1983 pidieron hoy justicia en su declaración ante el tribunal, donde se cumple el quinto día del juicio contra el ex dictador Efraín Ríos Montt, a quien manifestantes apoyaron afuera del tribunal.
"Yo vine a declarar para pedir justicia, porque no tenía ninguna culpa de lo que me hicieron", dijo Elena Caba, quien no pudo recordar su edad, pero quien tenía "8 o 9 años" cuando el 3 de abril de 1982 llegó el ejército a su comunidad y dio muerte a 96 personas entre hombres, mujeres y niños.
"Me duele todo, porque ya no tengo papá ni hermanos, quedé sola espero justicia, porque me duele, me da tristeza", expresó la mujer indígena de unos 45 años, en su idioma maya ixil.
En ese hecho murieron sus tres hermanos de cuatro, tres y un año y también vio cuando los soldados condujeron a su padre a un puente, donde le dispararon, pero como no murió lo atacaron con machete.
Relató que ella, como todos los niños -incluyendo bebés-, no fueron asesinados, pero sí lanzados a un río donde la mayoría murieron ahogados.
Explicó que al caer al río, ella sufrió fractura en su pierna izquierda y que posteriormente le dispararon y una bala hizo blanco en su pie del mismo lado. Contó que tardó unos cuatro años en volver a caminar.
Ríos Montt (86), junto a quien fuera su jefe de inteligencia militar, el también ex general José Mauricio Rodríguez (76), son enjuiciados por los delitos de genocidio y deberes a la humanidad por la matanza a manos del ejército de 1.771 indígenas de la etnia ixil en comunidades del norte del departamento de Quiché (Norte).
Mientras Caba y otros testigos continuaron este lunes relatando los hechos ocurridos en sus comunidades y su dramático desplazamiento y supervivencia por las montañas cercanas, afuera familiares de los militares y simpatizantes realizaron un plantón y extendieron mantas con mensajes pidiendo "juicios justos" y señalando que "la paz no puede tomar bando".
A preguntas de los abogados querellantes y del Ministerio Público, Caba también informó que dos niñas mayores que ella fueron llevadas por los soldados a la iglesia de la aldea y escuchó sus gritos, por lo que supone que fueron violadas.
Otro testigo, Juan Saquic, de 49 años, originario de San Juan Cotzal, siempre de Quiché, relató que los soldados llegaron a sus comunidades y quemaron entre 500 y 600 casas, lo cual les obligó a huir hacia las montañas, donde varios niños murieron de hambre y enfermedades.
Mientras tanto, el tribunal que preside la jueza Jazmín Barrios admitió al abogado y ex guerrillero Danilo Rodríguez como defensor de Ríos Montt.
Rodríguez explicó que dejó la defensa de su cliente al inicio del juicio, el pasado 19 de marzo, por decisión de éste.
La jueza, que preside el Tribunal A de Mayor Riesgo, permitió el regreso de Rodríguez, una vez éste explicó que no abandonó a su cliente, sino que fue éste quien decidió a última hora reemplazar a su equipo de abogados.
Rodríguez se unió al otro abogado que defiende a Ríos Montt, Marco Antonio Cornejo.
El juicio continuará el martes, anunció Barrios, quien convocó a las partes a primera hora de la mañana.
El tribunal admitió como pruebas un total de 142 declaraciones de supervivientes contra Ríos Montt y 84 contra Rodríguez, así como 61 peritajes militares, antropológicos, forenses y psicosociales presentados por el MP.
Ríos Montt permanece bajo arresto domiciliario desde enero de 2012, mientras que Rodríguez, detenido en 2011, está internado en el hospital militar aduciendo problemas de salud. /DPA