El canciller argentino, Héctor Timerman, abordó este lunes la crisis en Siria y condenó el golpe de estado en República Centroafricana en el arranque de una visita a la ONU en la que pedirá mañana su mediación en el conflicto de las Malvinas.
Acompañado por la embajadora argentina, Marita Perceval, el ministro se reunió hoy con el presidente de turno del Consejo de Seguridad de la ONU, el ruso Vitaly Churkin, y los representantes permanentes de China, Li Baodong, y Francia, Gérard Araud.
"Se pasó revista a diversas cuestiones prioritarias en la agenda" del máximo órgano de decisión de la ONU, según un comunicado del Ministerio de Exteriores argentino, cuyo país tiene un asiento en el Consejo como miembro no permanente desde el pasado 1 de enero.
Timerman tuvo oportunidad de abordar con sus interlocutores el posible uso de armas químicas en ese país, así como la decisión del secretario general, Ban Ki-moon, de enviar una misión técnica para investigar las denuncias del régimen sirio.
El canciller también habló del "estancamiento" del proceso de paz israelo-palestino y condenó "en los más duros términos" el golpe de Estado en República Centroafricana y exigió el retorno "inmediato" a la normalidad constitucional, según el mismo comunicado.
La reunión de Timerman tiene lugar un día antes de que se entreviste con el secretario general, Ban Ki-moon, para pedirle que medie ante el Gobierno británico por el conflicto por la soberanía de las islas Malvinas.
Con esta visita a la ONU, a la que acude junto a una delegación de cancilleres latinoamericanos, el Gobierno argentino busca de nuevo los buenos oficios de Ban Ki-moon para que Londres acepte retomar el diálogo sobre la soberanía de las islas Malvinas.
Timerman estará acompañado del canciller uruguayo, Luis Almagro, en representación del Mercosur, su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, por la CELAC, y el vicecanciller peruano, José Beraún Aranibar, por parte de la Unasur.
Argentina y Reino Unido mantienen desde 1833 un enfrentamiento por las islas Malvinas (Falklands, para los británicos), que, en 1982, provocó una guerra en el archipiélago, que concluyó con la rendición argentina y casi un millar de muertos. /EFE