Un avión ruso aterrizó hoy en Beirut con 36 toneladas de ayuda humanitaria para los refugiados sirios que se encuentran en el Líbano, en el primer gesto de estas características de Moscú, aliado del régimen de Damasco.
El presidente del Comité Superior de Socorro libanés, Ibrahim Bachir, y el embajador de Rusia en el Líbano, Alexander Zaspikin, recibieron el cargamento en el aeropuerto internacional Rafic Hariri de Beirut, según informó la agencia oficial libanesa ANN.
La delegación diplomática rusa dijo a los periodistas en el aeropuerto que el objetivo de esta ayuda humanitaria es respaldar al Líbano ante la masiva llegada de refugiados.
Rusia es uno de los principales aliado del régimen sirio de Bachar al Asad y en el Consejo de Seguridad de la ONU ha usado su derecho a veto para bloquear tres resoluciones de condena contra Damasco.
El último informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en el Líbano indica que unos 400.000 sirios se han refugiado en el Líbano desde que comenzó la crisis en su país en marzo de 2011.
Las autoridades locales estiman, por su parte, que hay aproximadamente un millón de sirios en el Líbano, a los que se suman unos 30.000 palestinos que huyeron de la violencia en Siria.
Líbano, un pequeño país de poco más de cuatro millones de habitantes, ha denunciado en numerosas ocasiones que no tiene los recursos para acoger a tantos desplazados.
Además, las autoridades se han negado a instalar campos de refugiados para mantener una política de distanciamiento del conflicto sirio, que ha desestabilizado al país y polarizado su sociedad entre partidarios y detractores de Damasco. EFE