El presidente palestino Mahmud Abbas reiteró la voluntad de su gobierno de alcanzar la paz, en el discurso que dio en la 68 Asamblea General de la ONU en Nueva York.
Las conversaciones de paz deberían continuar "de buena fe, sin prejuicios, con clara decisión y la fuerte intención de lograr éxito", dijo el líder palestino.
Abbas prometió que los palestinos cumplirán con todas sus obligaciones, darán garantías de éxito y procurarán una atmósfera adecuada para las conversaciones de paz, con el fin de llegar a un acuerdo en un plazo de nueve meses. Sin embargo, descartó un arreglo transitorio.
"La actual ronda de negociaciones (bajo mediación de Estados Unidos) aparentemente es la última oportunidad de hallar la paz", según Abbas. "Se está terminando el tiempo y la ventana de paz se está cerrando y las oportunidades están disminuyendo", añadió el político, quien recibió por su discurso aplausos de muchos representantes de miembros de la ONU en la Asamblea General.
"Tan solo la idea de consecuencias catastróficas y atemorizantes ante un fracaso debe movilizar a la comunidad internacional a intensificar sus esfuerzos para aprovechar esta oportunidad", afirmó.
La proclamación de un estado Palestina no dañó las negociaciones, sino que al contrario, revivió un "proceso de paz en coma", indicó Abbas, quien habló ante la Asamblea General por primera vez como "jefe de Estado" y no como "jefe de delegación", luego de que el año pasado este organismo elevara el estatus de los territorios palestinos a Estado observador no miembro. "Mi pueblo no quiere otra cosa que la dignidad de una vida normal".
"Nuestro objetivo es alcanzar un acuerdo permanente y amplio y un tratado de paz entre los países de Palestina e Israel que resuelva todos los temas pendientes y responda todas las preguntas, que nos permita a declarar oficialmente el fin del conflicto", dijo Abbas.
Por otra parte, Abbas cuestionó a Israel, si bien menos que en los años anteriores.
"El muro fronterizo y los puestos de control separan la vida del pueblo palestino y destruyen nuestra economía", denunció el mandatario palestino.
El mayor problema son, sin embargo, los asentamientos judíos en territorios ocupados, agregó. A los ojos del mundo son ilegales e injustificados, además de constituir el mayor obstáculo en el camino hacia la paz, porque evita que se llegue a la solución de dos estados, sostuvo el líder palestino.
Al mismo tiempo, el presidente palestino pronunció palabras de reconciliación. "Déjennos que nos gobierne la cultura de la paz, déjennos derribar muros, crear puentes, en lugar de construir muros, y abrir los caminos de la relación y comunicación. Déjennos sembrar las semillas de la buena vecindad", añadió./DPA
Jueves 26/09/2013