EFE.- El presidente afgano, Ashraf Ghani, decretó hoy la constitución del Alto Consejo de la Mujer, el primero organismo gubernamental de este tipo, para impulsar el empoderamiento femenino.
El objetivo de este órgano será asegurar los derechos de las mujeres en Afganistán, así como formular y ejecutar políticas públicas a su favor, explicó el palacio presidencial en un comunicado.
"El Consejo estará dirigido y presidido por Ghani", señaló.
Según el decreto, esta institución estará integrada por representantes de veintiséis órganos gubernamentales y no gubernamentales, incluidas vicegobernadoras, activistas por los derechos de las mujeres y miembros de la sociedad civil.
Se trata de la primera vez, desde que los talibanes fueron derrocados del poder en 2001, en que se crea una entidad de alto nivel exclusivamente para asuntos relacionados con la mujer.
Esta decisión es uno de los últimos pasos del Gobierno para dar poder a las mujeres e impulsar su papel y su presencia social y política en todos los ámbitos de la vida.
A principios de julio, el Ejecutivo afgano aprobó una decisión que establece que en cada una de las 34 provincias del país debe haber al menos una mujer designada como vicegobernadora.
El rol de la vicegobernadora provincial será eliminar todos los obstáculos sociales, culturales y administrativos que dificultan el progreso de las mujeres y que afectan su vida, como la violencia doméstica, la igualdad de género, el acceso a la educación y los servicios de salud.
Actualmente hay siete mujeres que trabajan como vicegobernadoras en las 34 provincias del país.
Los pasos del Gobierno en favor de las mujeres se dan en un momento de creciente preocupación por la pérdida de los logros alcanzados en los últimos años, ante las posibles conversaciones de paz entre Kabul y el grupo talibán y un eventual regreso de los insurgentes al poder.
Los talibanes gobernaron de 1996 a 2001 e introdujeron una versión del Islam que prohibía a las mujeres trabajar e ir a la escuela, además de imponer castigos islámicos, incluidas la lapidación y las amputaciones.
En varias declaraciones públicas recientes, los talibanes han asegurado que ya no se oponen a la educación de las mujeres y que también han relajado algunas de sus duras reglas.