EFE
El presidente sirio, Bachar al Asad, ha sido reelegido en los comicios en su país con un 88,7% de los votos, quedando muy por delante de sus dos contendientes, en un triunfo que era esperado en Siria.
El mandatario consiguió un total de 10.319.723 sufragios en la votación, que se celebró en las zonas controladas por el Gobierno dentro del territorio sirio y el pasado 28 de mayo en las embajadas para los ciudadanos en el extranjero.
Estas han sido las primeras elecciones con más de un candidato en medio siglo.
Aun así, los dos contendientes de Al Asad, el diputado de la oposición tolerada Maher Abdel Hafez Hayar y el exministro Hasan Abdalá al Nuri, han quedado bastante detrás del presidente.
Al Nuri logró 500.279 votos, lo que supone el 4,3%, mientras que Hayar se hizo con 372.301 sufragios, que son el 3,2 %.
Al Nuri fue el primero en felicitar a Al Asad en una rueda de prensa en el hotel Sheraton de Damasco por "la confianza que le concedieron los sirios".
Por su parte, Laham destacó que "pese a todas las formas de intimidación y terrorismo" los ciudadanos han ejercido su papel de forma responsable y han elegido al líder que creen más capaz de traer la estabilidad y la seguridad para reconstruir el país.
Un total 11.634.412 sirios de los 15.840.575 que estaban convocados a votar acudieron a las urnas, lo que supone una participación del 73,42 %.
Nada más conocerse los resultados centenares de personas salieron a las calles de Damasco para celebrar la victoria del jefe de Estado.
Sin embargo, la fiesta se tiñó de sangre por la muerte de al menos tres personas, una de ellas un periodista del canal por satélite Al Itiyah, por los disparos de alegría lanzados al aire durante la celebración.
Precisamente, antes del anuncio de los resultados, Al Asad publicó un comunicado en su cuenta de Facebook en el que pidió contención a los ciudadanos.
En la nota, solicitó que se eviten los disparos al aire para no poner en peligro ninguna vida e instó a los sirios a que manifiesten "sus sentimientos nacionales de manera que reflejen la civilización y su fuerte moral".
Con esta victoria, Al Asad, en el poder desde el año 2000, accede a un tercer mandato de siete años.
A lo largo del proceso electoral, las autoridades no han parado de alentar a los sirios para que fueran a votar para revestir de legitimidad la reelección de Al Asad, ante las pocas dudas sobre un resultado favorable a él.
Tras el inicio de las protestas antigubernamentales en marzo de 2011, que degeneraron en un conflicto bélico, Al Asad impulsó una serie de cambios como la reforma de la Constitución, que fue aprobada en un referéndum en febrero de 2012.
La nueva Carta Magna abría la puerta a elecciones con más de un candidato, algo que ha recogido la nueva ley electoral, aprobada en marzo, aunque restringe la presentación de los opositores que viven en el extranjero.
La oposición, Occidente y los países del Golfo han rechazado esta votación por haberse celebrado solo en áreas en manos de las autoridades y en medio de una guerra que ha causado más de 162.000 muertos en tres años.
Aun así, la fuerte afluencia de votantes era patente en Damasco, donde los electores abarrotaban los centros de votación en barrios como el de Bab Toma, de mayoría cristiana, o los alrededores de la plaza Saba Bahrat o la de los Omeyas.
Los observadores de varios países invitados por el régimen sirio para seguir la consulta certificaron el gran número de personas que fueron a sufragar, pese "a los grandes desafíos de seguridad presentados por grupos terroristas".
Las elecciones fueron "libres, limpias y transparentes", sentenció el portavoz de los observadores, el diputado iraní Aladin Boruyardi.
Nacido el 11 de septiembre de 1965 en Damasco, Al Asad estudió medicina y se especializó en oftalmología en la capital siria y en Londres, donde cursó un postgrado.
En 1994, fue llamado por su padre, el entonces presidente, Hafez al Asad, tras la muerte de su hermano mayor Basel, el primogénito, en un accidente de tráfico.
A partir de entonces, Bachar ascendió en la carrera militar con el apoyo paterno.
Después de la muerte de su padre, el 10 de junio de 2000, fue declarado presidente por el Parlamento tras un referéndum popular en el que recibió una aprobación del 97,29 %; y juró el cargo el 17 de julio de ese año.