Al menos 26 personas murieron y 170 resultaron heridas durante los enfrentamientos entre el Ejército sursudanés y militares disidentes de los últimos dos días en Yuba tras la intentona golpista, informó hoy a Efe el portavoz castrense, Philip Aguer.
Aguer explicó por teléfono desde Yuba que las víctimas pertenecen a ambos bandos y que esta noche se reanudaron los choques con "una pequeña fuerza de la Guardia Presidencial".
La persecución de los insurgentes continuó hasta primera hora de la mañana, pero -según Aguer- la situación está ya "bajo control" en la capital, después del alzamiento que comenzó la noche del domingo.
El portavoz de las Fuerzas Armadas sursudanesas señaló que han sido detenidos "un grupo de políticos y militares", pero que el ex vicepresidente Riak Mashar, al que se acusa de la intentona golpista, se encuentra todavía huido.
Las fuerzas insurgentes que se mantuvieron activas pertenecían a la guardia personal de Mashar cuando estaba en el poder, del que fue apartado el pasado julio.
La escalada de violencia en torno al Ministerio de Defensa provocó el desplazamiento ayer de población a barrios más seguros, y algo más de 2.000 personas buscaron refugio en la sede de Naciones Unidas en Yuba.
Según Aguer, durante esta jornada todos los desplazados regresarán a sus hogares.
El jefe de Estado sursudanés, Salva Kir, denunció ayer "un intento de golpe de estado fracasado", del que acusó a los partidarios de Mashar, su principal rival político.
Kir decretó el toque de queda nocturno en Yuba hasta nuevo aviso y señaló que se habían registrado víctimas y efectuado detenciones en los choques, pero sin precisar cifras.
Los militares insurgentes trataron de asaltar el Ministerio de Defensa y sede del partido gobernante Movimiento Popular para la Liberación de Sudán (MPLS), así como el mayor almacén de armas de la capital.
Desde su independencia de Sudán en julio de 2011, Sudán del Sur ha sido escenario de enfrentamientos tribales, tensiones internas y conflictos con su vecino del norte. EFE