Al menos 26 personas murieron hoy y otras 57 resultaron heridas en bombardeos y enfrentamientos en diversos barrios de la ciudad de Faluya, en la provincia de Al Anbar, y en otros puntos del país.
Una fuente policial de Tikrit, en la provincia de Salahedin, al norte de Bagdad, informó a Efe de que cuatro miembros de las fuerzas de seguridad murieron, entre ellos un capitán, y otros 20 -policías y civiles- resultaron heridos tras la explosión de un coche bomba en la zona de Al Sahaki, al sur de esa ciudad en el norte del país.
Dos miembros del Ejército murieron y otros tres resultaron heridos en un ataque armado a un punto de control militar en la aldea de Anaz, en el oeste de la capital, explicó otra fuente de seguridad.
Un civil murió y otros cinco resultaron heridos tras la explosión de una bomba en un mercado popular en la zona de Al Nasr ua Salam, en el oeste de Bagdad.
Hombres armados desconocidos atacaron a disparos varias tiendas y comercios en la zona de Al Tayi, en el norte de Bagdad, lo que provocó la muerte de dos civiles, mientras que otros cuatro civiles resultaron heridos tras la explosión de una bomba en la calle Palestina, en el este.
Un comandante de la policía secreta iraquí, Mohamed Ismail, y dos de sus guardaespaldas, fallecieron por disparos de desconocidos a su paso por la carretera de la zona de Al Wayihia, en el noreste de la ciudad de Baquba, capital de la provincia de Diyala, al noreste de Bagdad.
En el este de la ciudad de Mosul, capital de la provincia de Nínive, al norte de Bagdad, unos encapuchados armados atacaron a dos miembros de los shabak, una minoría étnica que reside mayoritariamente en esa provincia y en la región autónoma del Kurdistán iraquí.
Por otro lado, el portavoz del hospital público de Faluya, al oeste de Bagdad, Husam el Isaui, informó a Efe de que al menos doce personas murieron y 25 resultaron heridas, entre ellas mujeres y niños, por los bombardeos y ataques en esa ciudad.
Sin embargo, no concretó si también figuran miembros de la organización yihadista Estado Islámico de Irak y del Levante, militares o combatientes tribales.
En enero pasado, el Ejército iraquí inició una ofensiva contra los grupos extremistas en la provincia de Al Anbar, principalmente en su capital, Ramadi, y en Faluya, donde la mayoría suní acusa al gobierno de discriminación.
Irak se enfrenta a un aumento de la violencia confesional y de atentados terroristas que causaron el pasado año la muerte de más de 8.860 personas, de las que 7.818 eran civiles, según un recuento realizado por Naciones Unidas. EFE