EFE
El candidato presidencial Abdelfatah al Sisi llamó hoy a los egipcios a participar en las elecciones de la próxima semana, al final de una campaña en la que su "invisibilidad" en público no parece que le vaya a alejar de su presumible victoria.
Al Sisi, que no ha aparecido en ningún acto público en este último mes aludiendo motivos de seguridad, prefirió quedarse en las pantallas de televisión de los hogares egipcios con una entrevista retransmitida por varios canales.
No fue el mensaje a la nación del que en un principio informó su campaña, sino un encuentro con algunos periodistas en el que se mostró confiado de que "cumplirá lo que quieren los ciudadanos" y que "su misión en el futuro será grande".
Al Sisi pidió que los egipcios acudan a las urnas de forma masiva y mostró su deseo de que le voten más personas que las que salieron a las calles el pasado 30 de junio para pedir la salida del poder del presidente islamista, Mohamed Mursi, antes de que fuera derrocado el 3 de julio de 2013 por un golpe de Estado militar.
El exjefe del Ejército se ha conformado estas semanas con ofrecer contadas entrevistas, insistiendo en la necesidad de volver a la estabilidad, inundar las calles de carteles con su rostro y recabar apoyos reuniéndose con determinados sectores.
También ha prometido seguir ejerciendo mano dura contra los Hermanos Musulmanes, una estrategia que ya elevó su popularidad cuando depuso a Mursi.
Los comicios de los próximos lunes y martes son una prueba más para ratificar el proceso de transición impulsado por los militares, después de que la Constitución fuera aprobada en enero en referéndum con el 98 % de los votos y el 38,6 % de participación.
Los resultados de las presidenciales celebradas de manera anticipada en el extranjero hacen prever una arrolladora victoria en el país para Al Sisi, que obtuvo el 94,5 % de los votos de los expatriados frente al 5 % restante de su contrincante, el izquierdista Hamdin Sabahi.
Si los simpatizantes del mariscal retirado Al Sisi tienen clara su opción, persiste la incógnita de cuál será la participación general en un contexto de división social.
Según una encuesta elaborada a partir de mil entrevistas y difundida hoy por el Centro Pew, con sede en Estados Unidos, un 54 % de los egipcios está a favor de Al Sisi, mientras un 45 % se muestra en contra.
Habrá que ver cómo influyen los llamamientos al boicot de los Hermanos Musulmanes -que han convocado protestas estos días- y grupos revolucionarios como el juvenil 6 de Abril, que rechazan la actual represión.
El otro aspirante presidencial, Sabahi, no ha dado marcha atrás y ha centrado sus energías en una campaña opuesta a la de Al Sisi, con muchos menos recursos que -sin embargo- no le han impedido llevar a cabo un recorrido intenso por la geografía del país y numerosos mítines rodeado de voluntarios, muchos de ellos jóvenes.
Su último acto de campaña lo celebró hoy con un mitin multitudinario en la plaza Abdin, en el centro de El Cairo, para reafirmar que él es "el candidato de la calle" y es capaz de combatir la pobreza.
Los programas de ambos candidatos guardan fuertes similitudes, como lo refleja su intención de devolver a Egipto la estabilidad perdida en los últimos años.
Este asunto ha ocupado un lugar central en la campaña, debido a la crisis económica y el deterioro de la seguridad ante el aumento de los atentados en el país, sobre todo en la península del Sinaí.
Un portavoz del Ministerio de Interior confirmó hoy la muerte de Shadi al Maniai, un destacado líder de la organización Ansar Beit al Maqdis (Seguidores de Jerusalén), que actúa en el Sinaí y también ha atentado contra las fuerzas del orden en el resto de Egipto.
Al Maniai fue tiroteado anoche en una operación en la que aparentemente participaron grupos tribales y fuerzas de seguridad.
Mientras, un oficial de la Seguridad Central murió y dos reclutas resultaron heridos en un ataque de desconocidos cerca del paso fronterizo de Rafah, junto a la franja de Gaza.
En la capital, dos supuestos islamistas fallecieron por la explosión de un artefacto que estaban manipulando.
Para evitar el estallido de bombas, el Ejército ha pedido a los ciudadanos que no acudan a las urnas con bolsas o bultos, ni estacionen sus vehículos a las puertas de los colegios electorales durante los comicios.
Un total de 181.912 militares, en coordinación con la policía, garantizarán la seguridad en las elecciones, que estarán supervisadas por 15.397 jueces en cerca de 14.000 centros de votación.
La Unión Europea anunció hoy que ha desplegado en las provincias a 54 de sus 150 observadores que seguirán el proceso, manteniendo así su misión a pesar de las trabas impuestas inicialmente por el Gobierno egipcio. EFE
2014-05-23