Atacantes suicidas acometieron el domingo recintos de seguridad en Damasco y un coche bomba estalló en un distrito partidario del régimen, todo lo cual dejó ocho muertos al recrudecerse en la capital la violencia de la guerra civil.
En el norte de Siria, 12 soldados perdieron la vida al estallar un coche bomba en la ciudad de Alepo, informó el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña. El grupo obtiene su información a partir de una red de activistas en territorio sirio.
El observatorio no tenía más detalles y el gobierno se abstuvo de hacer declaraciones al respecto.
Mientras tanto, en el vecino Líbano estallaron intensos enfrentamientos entre efectivos militares y partidarios de un clérigo musulmán suní radical, en el más reciente desbordamiento de la guerra civil siria. Seis soldados libaneses murieron, dijo el ejército, el cual juró devolver el golpe con "puño de hierro".
Intensos combates con ametralladoras y granadas propulsadas por cohetes causaron pánico en la ciudad costera de Sidón, en el sur de Líbano, que hasta el momento se había librado de la violencia que ha azotado otras partes del país.
Numerosas personas que pasaban el día en la playa se dirigieron a toda prisa a sus casas, mientras que otras que vivían en los pisos altos se pasaron a niveles inferiores o huyeron hacia zonas más seguras.
Nubes de humo gris cubrían diversas partes de la ciudad mientras los residentes atrapados en medio de los disparos solicitaban auxilio.
La lucha estalló en la ciudad predominantemente suní después de que partidarios del jeque Ahmad al-Assir, un fuerte crítico del poderoso grupo extremista chií Jezbolá, abrieron fuego contra un puesto de control del ejército.
El mando militar emitió un comunicado en el que confirmó la muerte de seis soldados, incluidos tres oficiales, y señaló que el ataque no fue provocado.
Según la agencia noticiosa estatal siria SANA, tres atacantes suicidas se hicieron estallar cuando intentaban irrumpir en la estación de policía de Rukneddine en el norte de Damasco, lo cual provocó la muerte de cinco personas y dejó heridas a varias más.
Otros tres atacantes suicidas provistos con explosivos intentaron irrumpir en el recinto de la Rama de Seguridad Penal en la región sureña de Bab Mousalla, agregó SANA, pero fueron sorprendidos antes de que pudieran activar sus explosivos.
Los activistas confirmaron la cifra de muertos.
Un coche bomba estalló en el distrito 86 de Mazzeh en la capital, agregó SANA, donde causó la muerte de tres personas, entre estas un niño de tres años.
Los residentes del distrito son en su mayoría alauíes, una secta derivada de los chiíes a la que pertenece la familia del presidente Bashar Assad. Las fuerzas de oposición que combaten al régimen de Assad están integradas por suníes en su mayor parte.
Hasta el momento nadie se había adjudicado la responsabilidad de las explosiones en Damasco, pero tenían el sello de grupos vinculados a al-Qaida que se han unido a los insurgentes que combaten a Assad. /AP