La historia y cultura de las comunidades descendientes de esclavos africanos en Brasil, los quilombos, comenzarán a ganar un mayor espacio en la política educativa del país suramericano tras varios siglos de tratamiento superficial en las escuelas.
Aunque la presencia de los quilombos fue fundamental para escribir el pasado y presente del país, su historia muchas veces no es conocida en profundidad ni tan siquiera por sus propias comunidades, distribuidas en el interior de Brasil, sobre todo en el nordeste y sudeste.
Por este motivo, el Gobierno Federal y los diferentes regionales decidieron prestar una mayor atención al respecto, sobre todo a partir de 2012, con la aprobación de las directrices para educación "quilombola", que comenzaron a ser implementadas este año con el objetivo de dar valor a la cultura afrobrasileña en estas comunidades.
En 2013, las escuelas públicas en territorios quilombos -comunidades en donde se reunían los esclavos prófugos- llegaron a las 2.238, una cifra un 32 % superior a la registrada en 2009, según datos del Censo Escolar de este año.
La pedagoga e investigadora en Historia y Cultura afrobrasileña de la Universidad de Campinas (Unicamp), Caroline Jango Feitosa, señaló a Efe que este tipo de medidas son importantes para contraponer la educación tradicional "eurocéntrica".
Esa educación, en su opinión, "margina todos los aspectos que envuelven la cultura africana y afrobrasileña".
"En mis investigaciones recientes constato que los niños negros se identifican con los patrones blancos de belleza y estética de forma que la construcción de la identidad negra queda extremadamente perjudicada. Esto es por que los mismos (niños) no tienen ninguna representación de valor de la cultura de la que descienden", apuntó.
En Sao Paulo, el estado más rico y poblado del país, por ejemplo, el Gobierno regional anunció durante la semana que rindió homenaje a Zumbí dos Palmares, un negro que gobernó un quilombo de esclavos libres en el noreste de Brasil, el primer Consejo de Educación Quilombola del país.
El órgano, que cuenta con la participación de líderes de comunidades de quilombos y especialistas de las principales universidades, tiene como objetivo incrementar el peso de la cultura negra en la educación, teniendo en cuenta que el 50,7 % de la población del país está formado por negros y mulatos, según el censo.
De acuerdo con el director del consejo, Sérgio Cardoso, la enseñanza quilombola no va a dejar de transmitir lo que ya se estudia en las escuelas regulares, pero va a intensificar la historia de éstas comunidades en su programa educativo.
"El programa de educación escolar de los quilombos va a tener en cuenta todo el contenido oficial de Sao Paulo, pero lo que va a enseñar es además el valor de esas personas, el amor por la tierra, por la religión, por la cultura de los antepasados y por las enseñanzas populares", subrayó a Efe Cardoso.
Según explicó, el consejo tendrá una actuación "más específica" junto a las comunidades de los quilombos, aunque también trabajará con otras minorías.
La programación estará centrada en las relaciones étnico-raciales con un enfoque "transversal", que abordará también disciplinas como lengua portuguesa, arte e historia.
Cardoso apuntó que el programa de Sao Paulo, en concreto, pretende ir más allá contemplando las disciplinas de filosofía, sociología, además de convertir los temas de bibliografía en una materia obligatoria para los profesores que deseen ingresar en la red regional.
La investigadora Jango Feitosa recordó que es fundamental la expansión de este tipo de educación para otras escuelas que estén fuera del contexto como forma de dar acceso "al derecho asegurado por ley de aprender los contenidos sobre la cultura africana".
"No podemos olvidar que la educación quilombola no habla acerca de los contenidos enseñados y sí de una manera diferente de educar, enfocada en la perspectiva del africanismo, que posibilita un espacio más democrático y rico", explicó Feitosa. EFE