EFE
El presidente de la estatal Empresa Brasileña de Turismo (Embratur), Vicente Neto, garantiza que el Mundial de Fútbol va a ser un éxito y admite la "preocupación" de su Gobierno por las críticas recibidas sobre la organización, aunque las vincula a intereses económicos de competidores extranjeros.
"Lo entendemos como parte de una estrategia de disputa comercial, con una especie de guerrilla en comunicación que también se produce en otros sectores", explicó hoy en una entrevista con Efe el nuevo responsable de Embratur, cuando sólo faltan doce días para que comience la competición que situará a su país bajo los focos.
Neto, quien asumió el cargo hace apenas un mes, garantizó la seguridad de equipos, aficionados y turistas, y se mostró "plenamente seguro" del éxito de la organización pese a las dudas surgidas en los últimos meses.
Las imágenes de protestas multitudinarias en las que se censura el elevado gasto por el Mundial y se reclaman más mejoras sociales, así como episodios violentos entre manifestantes y policías, han dado la vuelta al mundo y han generado incertidumbre sobre el apoyo popular a la gran cita futbolística.
Para el presidente de Embratur, la imagen que se proyecta del país más allá de sus fronteras no siempre coincide con la realidad debido, sobre todo, al interés de algunos competidores de Brasil en deteriorarla, preocupados por su rápido ascenso en términos económicos.
"Hay un cierto estímulo del lado de determinados sectores en vender que las manifestaciones tienen un tamaño que no tienen y en decir que pueden suponer riesgos", lamentó.
Neto recordó que el país se ha convertido en cuestión de años en la séptima mayor economía del mundo y se ha colado entre las naciones que más turistas atraen (hoy ocupa la novena posición), con un potencial de crecimiento en este sector muy elevado, gracias a eventos como el Mundial o los Juegos Olímpicos de 2016.
Este rápido progreso ha permitido a Brasil "competir de igual a igual con las grandes economías del mundo", lo que le introduce de lleno en la "fuerte lucha que existe entre los diferentes bloques para atraer flujos comerciales, de dinero y de divisas".
"Claro que hay problemas sociales, pero afrontamos los problemas con una mirada diferente (…) En 2003 había 40 millones de personas que pasaban hambre y ahora están incorporadas al proceso productivo. Es lógico que esa gente que ahora ya tiene comida y una vivienda quiera más, y el Gobierno lo entiende", aseguró.
Además, también existe una cierta "incomprensión" en el extranjero sobre lo que es hoy el gigante sudamericano, por lo que su Gobierno espera "aprovechar el Mundial para desmitificar".
En defensa de esa postura, insistió en que la cantidad de manifestantes se ha reducido significativamente desde la Copa de Confederaciones de 2013 y hasta hoy, y recordó que algunas de las más recientes protestas no están vinculadas con el Mundial.
Neto destacó además que el debate político en su país se ha intensificado "a medida que se aproxima el proceso electoral", con los comicios generales convocados para el 5 de octubre de este año.
"A diferencia de otros países del mundo, en Brasil existe mala voluntad por parte de sectores que hacen oposición. Aunque hay libertad de prensa, ese proceso de enfrentamiento también implica a los periódicos", advirtió.
El dirigente de Embratur restó crédito a quienes censuran el excesivo gasto con motivo del Mundial y lo cuantificó en 26.000 millones de reales (8.600 millones de euros o unos 10.000 millones de dólares), cifra que comparó con los más de 200.000 millones (66.000 millones de euros o unos 90.000 millones de dólares) que gasta por año el Estado en educación o en sanidad.
"Esta Copa es un gran negocio para cualquier país del mundo, y en nuestro caso lo utilizamos como una plataforma de desarrollo", dijo.
Neto aseguró que la mayoría de las infraestructuras construidas en este período beneficiarán a todos los brasileños, de norte a sur del país, y puso de ejemplo la reforma en aeropuertos, que permitirá atender la creciente demanda del turismo nacional por la bonanza económica.
Además, anunció la celebración de un foro paralelo al Mundial que llevará hasta su país a 2.300 empresarios de todo el planeta para cerrar negocios durante los 45 días que dura la competición, con un impacto estimado en 3.000 millones de reales (1.000 millones de euros o unos 1.400 millones de dólares).
Igualmente se mostró satisfecho por la bajada de precios de aviones y hoteles, lo que en su opinión contribuyó a poder recibir a cerca de 600.000 turistas extranjeros en temporada baja gracias a esta cita futbolística, prácticamente la misma cifra que acude a Brasil en un mes de temporada alta.
El presidente de Embratur confió en que el llamado "país del fútbol" sepa aprovechar que todas las miradas estarán pendientes de él y del Mundial para reforzar su imagen a escala global.
2014-05-31