"En mayo, una gran operación militar cubrirá toda nuestra frontera terrestre, cerca de 16.000 kilómetros, para cohibir crímenes y otorgar más seguridad para la Copa Confederaciones", dijo la mandataria en su columna semanal "Conversación con la Presidenta", publicada en los portales del gobierno.
Según Rousseff, el operativo también se encuadra en el marco del Plan Estratégico de Fronteras, lanzado en agosto de 2011, que establece un trabajo coordinado de las Fuerzas Armadas, la policía federal y las corporaciones policiales de los estados para combatir delitos transfronterizos, en especial el narcotráfico.
El operativo militar refleja la preocupación del gobierno brasileño por la seguridad en la Copa Confederaciones, así como en las otras grandes citas que recibirá el país en los próximos años: la Jornada Mundial de la Juventud con el papa, en julio, el Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Los temores de las autoridades aumentaron después del ataque explosivo ocurrido el 15 de abril pasado durante el maratón de Boston, en Estados Unidos, que dejó tres muertos y 176 heridos.
Brasil destinó 1.800 millones de reales (unos 900 millones de dólares) para las acciones de seguridad pública durante la Copa Confederaciones y el Mundial.
Según el canciller Antonio Patriota, Brasil estará preparado para hacer frente a amenazas y atentados terroristas durante las grandes citas: "Tenemos confianza en que estas medidas garantizarán la seguridad de los eventos", aseveró el ministro, días después de la tragedia de Boston.
Asimismo, el jefe del Estado Mayor Conjunto del Ministerio de Defensa, José Carlos de Nardi, dijo que el país "sigue en el camino correcto" en lo que a seguridad se refiere, pero admitió que, tras el atentado de Boston, habrá mayor atención a la prevención de incidentes con explosivos: "Será un motivo más para preocuparnos, estamos atentos".
En declaraciones esta semana al portal G1, del poderoso grupo de comunicaciones Globo, el director de operaciones de la Secretaría Extraordinaria de Seguridad para los Grandes Eventos (Sesge), José Monteiro, aseguró que Brasil sigue de cerca las investigaciones sobre el atentado en Boston, para verificar si será necesario realizar adaptaciones en el esquema de seguridad.
"Lo que ocurrió en Boston fue lamentable y un factor de preocupación, por esto estamos siguiendo muy de cerca la marcha de las investigaciones… La Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) analiza varios factores y, actualmente, el riesgo de un atentado durante la Copa Confederaciones es bajo, pero ello puede cambiar en cualquier momento", apuntó.
Según Monteiro, el plan estratégico del gobierno opera en tres ejes: amenazas externas, protección de puertos, aeropuertos y fronteras, y amenazas internas: "Con ello, podemos tener una visión en tiempo real de cualquier actividad extremista que pueda estar en curso".
"Tomaremos acciones para reducir los riesgos al máximo. Con informaciones de varios países, estamos construyendo un banco de datos de sospechosos. Habrá refuerzo en la frontera y estamos adquiriendo tecnologías que nos permitirán monitorear en tiempo real comitivas, hoteles, estadios. Haremos inspecciones en búsqueda de explosivos en estadios y lugares que albergarán a las delegaciones", agregó. /DPA