Max, un perro que iba a ser sacrificado en Costa Rica por haber mordido a un niño, logró salvarse gracias a una campaña de defensores de los animales a través de redes sociales y otros medios de comunicación, informó hoy la prensa local.
El animal, un perro callejero, atacó a un pequeño que se acercó a la vivienda de la familia de la capital que lo había adoptado.
El Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA), una institución del Estado, ordenó sacrificar a Max al considerar que era un perro agresivo.
De inmediato, defensores de los animales llenaron de mensajes las redes sociales para evitar la muerte del perro. El SENASA decidió en las últimas horas reconsiderar la orden y anunció que expertos iniciarán un proceso de rehabilitación para cambiar la conducta de Max, que se convirtió en los últimos días en el perro más famoso de Costa Rica. /DPA