EFE
Un día después de las elecciones presidenciales en EE.UU., en las que venció Donald Trump, los centros de acogida de migrantes ubicados en la frontera amanecieron con la incertidumbre y el miedo de hacia dónde se dirigirán las políticas del republicano cuando asuma el poder.
Dado que Trump ha ofrecido "discursos tremendos" contra los migrantes y los latinos, su victoria, además de ser algo sorpresiva, genera "temor" y "miedo", dijo a Efe el director de la Casa del Migrante de la fronteriza Ciudad Juarez, Javier Calvillo.
Personalmente, Calvillo pensó que el ascenso de Trump al poder "no podría pasar", pero ahora que esto es una realidad asegura que desde el lugar volcarán sus esfuerzos a "estar atentos" a las primeras acciones que tomará la nueva administración republicana.
Durante los meses de campaña, Trump ha expresado que quiere deportar a millones de indocumentados y edificar un muro a lo largo de los casi 3.200 kilómetros de frontera común con México.
Unas promesas que ahora resuenan en la cabeza de Giovanni Bizzoto, director de la Casa del Migrante Nazareth, en el norteño estado de Tamaulipas, quien se plantea si "seguirán los hechos a estas palabras".
Desde su perspectiva, "muchas cosas de lo que él ha gritado que va a hacer" no van a ser realizables, por la estructura política de Estados Unidos, defendió el director de este centro de Nuevo Laredo.
"Hasta ahorita se ha mostrado muy autoritario, muy déspota, con una política muy agresiva y ofensiva y un plan económico que sin duda es a favor de los grandes, veremos cómo arrancará su poder Ejecutivo", sostuvo al subrayar que los albergues de migrantes se encuentran en un contexto de incertidumbre, "en la duda de ver qué pasa".
A pesar de que las palabras de Trump dan la impresión de que será más duro en el tema migratorio que su antecesor, ambos directores no olvidan los resultados de la Administración de Barack Obama, que ha deportado a más indocumentados que ningún otro mandatario estadounidense.
"Cuando Obama entró como presidente nunca dijo nada de los migrantes (…), sin embargo, hizo mucho daño al a migración, como ningún otro presidente", mencionó Calvillo.
Agregó que el pasado sábado tuvieron que cambiar el lugar en el que se celebró una misa binacional porque en estos momentos se está levantando un muro entre Texas y Ciudad Juárez; esto hizo que algunas personas preguntaran sorprendidas por qué, si todavía no había ganado Trump.
Después de la victoria de Trump, dijo Calvillo, el rostro de los migrantes es "de tristeza", pero aún así, han pasado por mucho para llegar a la frontera y "saben que la migración tiene que continuar, con muro o sin muro".
Pese a que el magnate ha dicho "tantas cosas", "espero que tenga algo bueno en su corazón y que no las vaya a hacer en la práctica", sentenció.
2016-11-09