EFE
El Gobierno de Laura Chinchilla, el primero de una mujer en la historia de Costa Rica, concluirá el próximo jueves dejando una estela de conflictos, polémicas y baja popularidad, pero también de logros en materia de seguridad y economía.
Chinchilla tuvo que enfrentar un agrio conflicto limítrofe con Nicaragua, pero además situaciones polémicas que acabaron con su popularidad hasta llevarla al nivel más bajo de un mandatario en la historia reciente del país.
El ministro de Comunicación, Carlos Roverssi, se ha quejado de que las situaciones negativas hayan tenido más repercusión en la población que las positivas, y ha reconocido que el Gobierno falló a la hora de comunicar sus logros.
Entre los principales aciertos del Gobierno de Chinchilla se encuentra la mejora en los indicadores de seguridad, con lo que cumplió una de sus principales promesas de campaña.
La tasa de homicidios pasó de 11 por 100.00 habitantes en el 2010 a una tasa de 8, y también se redujeron otros delitos como el robo de vehículos y los asaltos a viviendas.
También destaca el decomiso de unas 50 toneladas de cocaína y el desmantelamiento de unas 500 organizaciones narcotraficantes.
Chinchilla aumentó la inversión en seguridad de 300 millones de dólares en el 2011 a 449 millones de dólares para el 2014, y durante su gestión se ha fortalecido el Ministerio de Seguridad con la compra de lanchas, aeronaves y vehículos.
En materia económica, se destaca que logró mantener contenida la inflación en cifras históricamente bajas, menores al 5 % anual.
En el ámbito comercial, según datos oficiales, el Gobierno alcanzó en cuatro años de mandato de Chinchilla los 63.404 millones de dólares en exportación de bienes y servicios, un 4,4 % más que los 60.750 millones de dólares que se planteó como meta.
En inversión extranjera directa, los datos oficiales indica que la meta era sumar 7.450 millones de dólares, pero se llegó 8.658 millones.
En infraestructura, Chinchilla ha dicho que deja encaminada una cartera de 3.500 millones de dólares para proyectos, mientras en educación y salud se alcanzó en 2013 una inversión del 7,2 % y el 6,8 % del PIB, respectivamente.
Sin embargo, la pobreza se mantuvo prácticamente estancada en un 23 % de la población.
Buena parte del tiempo de la gestión de Chinchilla, especialmente de su Cancillería, lo consumió el conflicto con Nicaragua que inició a finales del 2010 cuando Costa Rica denunció a su vecino ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por violar su soberanía.
A partir de allí comenzó un intercambio de acusaciones y frías relaciones bilaterales con el presidente nicaragüense Daniel Ortega.
La CIJ analiza en un solo expediente la demanda costarricense y otro interpuesta por Nicaragua por supuestos daños ambientales al fronterizo río San Juan, durante la construcción de un camino de lastre llamado Ruta 1856.
Este camino de 160 kilómetros paralelo al río San Juan, ha sido señalado por Chinchilla y sectores políticos como uno de sus grandes legados, pues permitirá una vigilancia de la olvidada zona fronteriza así como la llegada de servicios básicos y la comunicación por tierra en una veintena de pueblos.
Este camino también fue punto de polémica, ya que la misma Chinchilla denunció un desvió de fondos y actos de corrupción de mandos medios del Ministerio de Transportes relacionados con el proyecto.
Por otra parte, el Gobierno debió echar para atrás dos proyectos de infraestructura importantes.
Ante protestas ciudadanas por el elevado costo del contrato, unos 523 millones de dólares, y los futuros peajes, Chinchilla decidió pagar una indemnización de 34,9 millones de dólares a la empresa brasileña OAS para finiquitar la reconstrucción de un tramo de 58 kilómetros de la carretera interamericana.
El segundo proyecto fue una refinería conjunta con China valorada en unos 1.300 millones de dólares, que permanece en un limbo luego de que en junio del 2013 la Contraloría General de la República encontrara irregularidades en estudios y en el contrato entre las empresas petroleras estatales de ambos países.
En el plano económico, Chinchilla impulsó sin éxito durante año y medio una reforma tributaria que buscaba paliar el déficit que en el 2013 alcanzó el 5,4 % del Producto Interno Bruto (PIB) y cuya solución es una de las principales deudas del Gobierno.
Chinchilla entregará el poder el próximo jueves a Luis Guillermo Solís, del opositor y centro izquierdista Partido Acción Ciudadana.
2014-05-05