DPA
Ecuador aún no ha sido notificado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que adopte medidas cautelares, que eviten la prisión de un asambleísta sentenciado a prisión y multa por injurias en contra del presidente, Rafael Correa, informó hoy el procurador ecuatoriano Diego García.
El funcionario calificó a esa petición de la CIDH como "arbitraria" ya que no tiene soporte en la Convención Interamericana sobre Derechos Humanos y "es bastante grave" ya que pide al Estado abstenerse de apresar al sentenciado por "precautelar el derecho a la libertad de expresión y la posibilidad de que pierda su curul como asambleísta".
García, al igual que lo hizo el canciller Ricardo Patiño, consideró que la CIDH no tiene competencia para dictar medidas cautelares según la Convención y que no reconoce como "obligatoria" esta resolución.
Aclaró que únicamente son vinculantes las resoluciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en tanto que la Comisión únicamente puede "recomendarle" tomar medidas cautelares pero no "ordenarle".
La CIDH, órgano autónomo de la OEA, solicitó ayer al estado ecuatoriano que suspenda "inmediatamente" los efectos de la sentencia de la Corte Nacional de Justicia contra el asambleísta Clever Jiménez, su asesor Fernando Villavicencio y el dirigente Carlos Figueroa.
Los tres opositores políticos presentaron una denuncia contra el presidente de Ecuador por haber ordenado la incursión armada contra un hospital de la policía, donde estuvo retenido en el marco de una revuelta policial en el 2010.
La denuncia fue rechazada pero el presidente Correa contrademandó acusándolos de injurias, tramite que se sentenció en la Corte Nacional de Justicia con 18 meses de prisión y una multa de 140 mil dólares.
La policía nacional está tras la pista de Jiménez, quien es buscado además internacionalmente por pedido del Ministerio del Interior a la Interpol.
En las últimas horas, el ministro de Asuntos Laborales, Carlos Carrasco, solicitó al mandatario considerar la posibilidad de "indultar" a los sentenciados, pedido que aún no tiene respuesta.