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La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) confirmó la muerte de 127 personas a causa de la violencia que se vive en Nicaragua desde hace 50 días, y denunció un "agravamiento" de la represión desde que visitó el país centroamericano hace apenas dos semanas.
El secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrão, adelantó las conclusiones del informe que elaboró la Comisión en su viaje a Nicaragua el mes pasado, y que será presentado oficialmente en los próximos días ante el Consejo Permanente de la Organizaciones de Estados Americanos (OEA).
Abrão confirmó además que la cifra de heridos en las protestas se ha elevado a 1.200 y reiteró la evidencia de una escalada de la violencia con "nuevas prácticas represivas".
"Nos parece que hay un nuevo patrón de represión instalado en el país", indicó el brasileño.
Anteriormente, la misión de la CIDH, encabezada por él mismo y la relatora del país, Antonia Urrejola, contabilizaron 76 muertos, 868 heridos y 438 detenidos entre el inicio de las manifestaciones el 18 de abril y el 20 de mayo.
Sin embargo, Abrão subrayó que en tan solo dos semanas al número de fallecidos se han sumado otros 51, alcanzando los 127.
El responsable de la CIDH indicó que su organismo ha constatado "ejecuciones extrajudiciales" y el uso, a través de "mucho material balístico", de armas de alto calibre empleadas contra la población.
"Nuestra conclusión es que a pesar de la visita de la comisión y la presencia de un grupo internacional, sigue la escalada de violencia en el país", insistió.
Asimismo, Abrão explicó que los miembros de la CIDH están escogiendo a los expertos independientes, un total de cuatro, que serán enviados al país junto a un equipo técnico para hacer seguimiento de la situación en Nicaragua.
Fernando Sánchez, uno de los líderes estudiantiles que han organizado las protestas pacíficas, participó también en el acto de la comisión en Washington, y le fueron concedidas medidas cautelares para su protección por parte de la CIDH.
Sánchez relató el "uso de grupos parapoliciales, "vestidos de civil" que, pasando desapercibidos, han disparado a los estudiantes y ciudadanos que se manifiestan contra el Gobierno de Daniel Ortega.
Destacó que muchos de los estudiantes que están escondidos en universidades u otros edificios públicos montando "barricadas" no pueden salir "porque los están esperando para matarlos".
"Nos siguen en vehículos, nos vuelan tiros, esa es la realidad", afirmó el joven.
"Por eso venimos a Washington para traer este mensaje, para que la gente solidarice con Nicaragua, el pueblo de Nicaragua les está pidiendo ayuda, que nos olvidemos de las fronteras y recordemos que todos somos humanos", reiteró el estudiante, que no dudó en calificar lo que está sucediendo en su país como "masacre".
Las protestas contra Ortega comenzaron el 18 de abril por unas fallidas reformas a la seguridad social y se han convertido en una reclamación que pide su renuncia entre acusaciones de abuso de poder, ejecuciones extrajudiciales y corrupción.