Un equipo de científicos de la Universidad de Fudan, en Shanghái, asegura haber demostrado que la nueva cepa de la gripe aviar H7N9 se originó entre aves de corral o pájaros salvajes en el este de China, en vez de la teoría más aceptada hasta hoy, que lo atribuía a otras aves de China y Corea.
Según recoge hoy el diario oficial "Shanghai Daily", los investigadores de Fudan han determinado que ése es en realidad el origen de la combinación de las dos principales proteínas del virus bajo la forma H7N9, que empezó a afectar a humanos en febrero y ha dejado ya 36 muertos de 131 contagios detectados por ahora en China.
En al menos 42 de los casos los afectados ya han sido dados de alta, mientras no se detectan nuevos casos desde el pasado 8 de mayo, ni víctimas mortales desde el 9 de mayo.
Hasta ahora los científicos creían que el subtipo H7 de la cepa provenía de patos en la ciudad de Hangzhou, en la provincia oriental china de Zhejiang, a 170 kilómetros de Shanghái, y que el subtipo N9 había surgido en aves de caza en Corea del Sur.
Los investigadores de Fudan, sin embargo, aseguran haber descubierto que al menos el N9 proviene en realidad de cercetas del Baikal, una especie de patos de pequeño tamaño, en el lago Hongze, en la provincia oriental de Jiangsu, unos 400 kilómetros al norte de Shanghái.
Los resultados de la nueva investigación, publicados en la revista especializada estadounidense "Clinical Infectious Diseases" ("Enfermedades Infecciosas Clínicas"), fueron obtenidos mediante análisis informáticos de muestras y de datos recogidos, y según sus autores, pueden ser importantes para prevenir la gripe en el futuro.
La cepa H7N9 de la gripe aviar ha provocado además hasta ahora pérdidas económicas por valor de 5.000 millones de euros, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). EFE