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Mientras la comunidad internacional continúa redoblando esfuerzos para contener la propagación del coronavirus -la OMS aseguró que la pandemia no está “ni siquiera cerca” de terminar-, científicos identificaron en China otro virus respiratorio “con potencial para convertirse en pandemia”.
Investigadores de enfermedades infecciosas encontraron que los cerdos chinos se están infectando con más frecuencia con una cepa de influenza que tiene el potencial de saltar a humanos, de acuerdo a un artículo publicado este lunes por el portal Science.
Un estudio publicado por la revista PNAS (Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos) explica que “cuando múltiples cepas de virus de la gripe infectan al mismo cerdo, pueden intercambiar genes fácilmente”, en un proceso conocido como “reordenamiento”. El análisis de los especialistas se centra en un virus de la gripe denominado G4.
El virus es una combinación única de tres linajes: uno similar a las cepas encontradas en aves europeas y asiáticas, la H1N1 que causó la pandemia de 2009, y una H1N1 norteamericana que tiene genes de los virus de la gripe aviar, humana y porcina. “La variante G4 es especialmente preocupante porque su núcleo es un virus de influenza aviar, al que los humanos no tienen inmunidad, con fragmentos de cepas de mamíferos mezclados”.
“Parece que este es un virus de influenza porcina que está a punto de emerger en humanos (…) Claramente esta situación necesita ser monitoreada muy de cerca”, apuntó Edward Holmes, biólogo de la Universidad de Sydney que estudia los patógenos.
Un equipo dirigido por Liu Jinhua, de la Universidad Agrícola de China (CAU, por sus siglas en inglés), analizó cerca de 30.000 hisopos nasales tomados de cerdos en mataderos de 10 provincias chinas, y otros 1.000 hisopos de cerdos con síntomas respiratorios. Esas muestras, recolectadas entre 2011 y 2018, arrojaron 179 virus de influenza porcina , la gran mayoría de los cuales eran G4 o una de las otras cinco cepas G del linaje aviar de Eurasia.
“El virus G4 ha mostrado un fuerte aumento desde 2016, y es el genotipo predominante en circulación en cerdos detectados en al menos 10 provincias”, apuntó el equipo de investigadores.
En línea con lo expuesto por Holmes, Sun Honglei, uno de los autores del artículo, subrayó la importancia de “fortalecer la vigilancia” de los cerdos chinos para detectar el virus, ya que la inclusión de genes G4 de la pandemia de H1N1 “puede promover la adaptación del virus” que conduce a la transmisión de humano a humano.
No obstante, Martha Nelson, bióloga del Centro Internacional Fogarty, de Estados Unidos, aseguró que la probabilidad de que esto desate una nueva pandemia “es baja”. Sí reconoció que hay que estar alertas, ya que “la influenza puede sorprendernos”. Al respecto, recordó que nadie sabía nada acerca de la cepa pandémica H1N1 -que saltó de los cerdos a las personas-, hasta que aparecieron los primeros casos en humanos en 2009. “Existe el riesgo de que descuidemos la influenza y otras amenazas en este momento” de COVID-19, apuntó.
Los virus de la influenza con frecuencia saltan de los cerdos a los humanos. Sin embargo, la mayoría no se transmiten entre humanos.
Por su parte, Nelson señaló que es difícil determinar si la propagación del virus G4 es un problema creciente, puesto que el tamaño de las muestras recolectadas hasta el momento es relativamente pequeño, por lo que consideró que se necesitan más pruebas en cerdos chinos.
En su estudio, Sun y sus colegas encontraron que los G4 “se han vuelto expertos en infectarse y copiarse en las células epiteliales de las vías respiratorias humanas”. Los investigadores encontraron anticuerpos contra la cepa en el 4,4% de las 230 personas analizadas, y esa tasa se duplicó en los trabajadores porcinos. Por ese motivo, Sun opinó que se debe desarrollar una vacuna contra G4 tanto para cerdos como para humanos.
China, que cuenta con la mayor población de cerdos con más de 500 millones, rara vez utiliza vacunas contra la influenza en cerdos. Nelson comentó que en las granjas de Estados Unidos sí es común, pero las vacunas suelen tener poco efecto porque a menudo está desactualizada y no coincide con las cepas circulantes.