El Gobierno de Colombia aprobó y aplicará un nuevo protocolo con el fin de controlar las protestas sociales, que normalmente eran reprimidas por las fuerzas de seguridad el Estado.
De acuerdo con Prensa Latina, entre las normas establecidas se encuentra la prohibición del uso de armas de fuego por parte de la policía. Además, el aviso para el empleo de la fuerza y la obligación de los uniformados de explicar sobre actos de violencia policial.
La sociedad civil podrá crear comisiones, con el fin de monitorear las protestas. Sin embargo, deberán ser notificadas con antelación. Y controlar la conducta de los uniformados. Además, tendrán la potestad de exigir un diálogo con las autoridades para evaluar dichas acciones.
En lo adelante los organizadores de las manifestaciones deberán informar con antelación la fecha y lugar de las acciones. Aunque las autoridades no podrán limitarlas por ser reconocidas como un derecho en la Constitución, refiere el despacho de Prensa Latina.
De igual forma, las fuerzas del orden tendrán que mostrar respeto a la dignidad humana. Y tratar de forma diferenciada a niños, mujeres, grupos de la tercera edad, pueblos originarios y la comunidad LGBTI.
Para poder cumplir con todos los protocolos, las fuerzas de orden público deberán realizar cursos de capacitación. Estos en materia de derechos humanos y la relación de su trabajo con estos. Este curso también deberá ser tomado por las autoridades superiores.
La medida se toma en respuesta a exigencias de las organizaciones sociales. Luego de que las protestas sociales en la nación neogranadina sean estigmatizadas con prácticas más agresivas.
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