Paola Ñáñez
Este jueves comenzó el encuentro anual de Bilderberg, en el cual se reúnen las personas más poderosas e influyentes del mundo.
Algunos críticos lo describen como una “siniestra conspiración”, que refuerza sin rendirle cuentas a nadie el predominio de una logia “capitalista” transatlántica.
Invitados:
De 133 personas que llegaron a la ciudad de Telfs-Buchen, Austria, 21 son políticos, entre ellos el Ministro de Finanzas británico George Osborn, y Ed Balls, ex dirigente del partido Laborista, quien en mayo perdió su escaño en el Parlamento en las elecciones generales.
Laurence Boone, asesor especial para asuntos financieros y económicos para el presidente estadounidense Barack Obama, también estará allí, al igual que el primer ministro holandés, Mark Rutte, y el presidente de Austria, Heinz Fischer.
Una ausencia notable es la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, quien asistió el año pasado.
Las empresas y organizaciones de tecnología tienen seis representantes. Eric Schmidt, jefe de Google, estará allí, junto con otros dos altos ejecutivos de la compañía.
Conspiración
La reunión de Bilderberg tiene lugar en medio de alta seguridad, sus organizadores describen a sus participantes como "diversos". Sin embargo, se esperaba la participación de sólo 27 mujeres, en comparación con 106 hombres.
Entre ellas se encontraba la presidenta del grupo Santander Ana Botín, la presidenta de la junta directiva de la BBC Rona Fairhead y Zanny Minton Beddoes, editora en jefe de The Economist.
La única integrante de la realeza en participar es la Princesa Beatriz de Holanda, cuyo padre, el príncipe Bernhard, cofundó las reuniones, celebradas por primera vez en el Hotel de Bilderberg en Oosterbeek, Países Bajos, en 1954.
El objetivo declarado de dicha reunión es "fomentar el diálogo entre Europa y Norteamérica".
El mundo del dinero
El mundo de las finanzas se hace presente con 31 asistentes, mientras que la industria y el transporte contabilizan otros 18.
La mayoría no son nombres conocidos, pero una de las figuras más polémicas es Michael O’Leary, presidente de la aerolínea europea de bajo costo Ryanair, conocido por sus observaciones francas.